Capítulo Tresmilésimo ducentésimo quincuagésimo noveno: “Carecer de algunas cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad. Bertrand Russell, 1872 – 1970; matemático británico).
Antes nos decían que si nos tocábamos nos quedábamos ciegos... y hasta algo de miedo (poco) nos entraba. Luego, nos dimos cuenta que lo de tener miopía no era por practicarlo (!que anda y qué no lo practicábamos!) sino por una cuestión genética (y mejor, porque pensar que los progenitores -que también llevaban gafas- las tenían que llevar por haber sido unos viciosos... no era muy agradable). Y ahora, cuando parecía que nadie cuestionaba ya el tema, un puñado de aburridos va y se carga una de las últimas hacederas que nos siguen dando regocijo, regodeo y complacencia sin atentar contra la salud y (!milagro!) sin engordar.
No van a parar, hasta que no nos dejen sin ninguna de las cosas reconfortantes casigratis (y miran que ya quedan pocas) con las que medio se disfruta y que nos hacen pasar ratitos agradables, no van a parar.
!Hombre pordios! ¡Un poquito de porfavor, que tampoco podemos vivir en plan vegetal! Son ganas de tocar las narices… y solo para que no nos toquemos otras cosas.
