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148. Lunes, 30 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo octavo: ¿A las cuatro de la mañana es demasiado tarde o demasiado temprano?
Hay un punto en la vida de toda persona, en la que su responsabilidad le lleva a tener que tomar decisiones drásticas aún sabiendo que van en contra de sus principios más íntimos.
Así, y en un acto de sacrificio supremo lleno de generosidad, he tenido que tomar una decisión que, aunque tremendamente dolorosa, no puedo dejar pasar más tiempo sin enfrentarme a ella: me voy de vacaciones.
Todos conocéis mi amor al trabajo, mi compromiso con él es tal, que un alejamiento, aunque sea solo temporal, va a causarme un inmenso y profundo sufrimiento que dejará secuelas imposibles de cicatrizar el resto de mi vida. ¡No sabéis como os envidio en estos momentos!, pero sé que me ha tocado a mi hacer el esfuerzo y lo asumo con orgullo.
¡Voy a echar de menos tantas cosas! Años delante de esta pantalla me ha costado que al ir al cine me pregunte si la configuración de la pantalla no mejoraría a 1024, "cienes y cienes" de días de kazaa para conseguir que busque desesperadamente el icono de ayuda cuando, viendo la televisión, quiero saber el argumento de la película; miles de días invertidos para que, cada vez que pase la página de un libro busque la barra espaciadora.. Momentos eternos e inolvidables a los que ahora tendré que renunciar de golpe.
Sé que también se pueden hacer muchas cosas en vacaciones, mi psicólogo de cabecera, a quien tanto quiero, al que tanto debo y que tanto me está ayudando en estos trágicos momentos de transición, no deja de añadirlas, en una lista que será mi catecismo durante estos quince días y que deberé de cumplir a rajatabla. Ante todo disciplina, ante todo conservar la dignidad.
Para mantener el ánimo alto en estos días me ha recomendado que me centre en cosas que sean capaces de elevar mi espíritu, actos que me realicen como persona, que me reconcilien con el universo más allá de lo superficial.
Estudiar detenidamente cada burbuja que se forma cuando mee, inventar un espejo transparente, hacerme un tatuaje con la impresora de agujas, llamar a Telepizza y pedir un Wopper, hacer las cuentas de los euros que gaste en números romanos. Las primeras cosas no parecen complicadas, pero el ánimo no acompaña.
Quince días pasan pronto, lo sé, es lo que todos me dicen mientras me dan palmaditas en la espalda, pero no sé si podré aguantar, aun no me he ido y ya noto los primeros síntomas, sin ir más lejos hace un rato, en uno de esos minutos en los que he soltado el teclado, me he sorprendido a mi mismo haciéndome una coleta con los pelos de la nariz. ¡Dios, que duro va a ser esto!
Pero soy fuerte y lo superaré, aunque cada vez que entre en el ascensor haga un doble clic, aunque cada vez que tenga que usar el retrete crea que le he dado al download, aunque sepa que el cachas musculoca del tanga oscuro no es un salvapantallas.
Y mientras los que habéis tenido más suerte que yo disfrutar felices y contentos gozando en vuestro trabajo. ¡Si supierais cuanto os envidio!. Hasta que uno no lo pierde no sabe lo que tiene de verdad. Deseando estoy que llegue el 16 de julio para volver, mientras acordaros de un desgraciado que se tuvo que sacrificar cogiéndose unas vacaciones. ¡Qué injusta es la vida para algunos!
Espero muchos comentarios de ánimo durante estos días, los voy a necesitar tanto como el comer, sé que estaréis ahí apoyándome y eso me dará fuerzas para superar lo que se me avecina. Gracias a todos.
Valor peluche, mucho valor, quince días pasarán enseguida, lo-se-pas.
147. Viernes, 27 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo séptimo: ¿Hasta donde se lava la cara un calvo?
Resulta de lo más desagradable caerle bien a alguien que te cae mal, el problema está en que la mayoría de las veces no queda más remedio que hacerlo, y te tienes que aguantar sacando una sonrisa estúpida que disimule la cara de estreñido crónico que se te queda al tener que cruzar el saludo de rigor. Aunque le des los buenos días, lo que lo que de verdad estás pensando es que ojalá le saliera una colección de granos en el culo.
Ayer, con calor como buen jueves de verano, me tocó comer con dos de esos tipos insoportables, comer a la fuerza, por el motivo que sea, con alguien que te cae mal es peor que no comer, no tienes más remedio que soportar su conversación y encima te anulan ese sentimiento tan humano que es meterse debajo de la mesa o el impulso, más humano aún, de salir corriendo. Solo el resto de los comensales pudieron mitigar mi dolor, "snifffff".
Eso fue lo que me salvo, el resto. Sí ya lo decían los romanos, verdaderas autoridades en el tema de banquetes, orgías y demás placeres del cuerpo, una comida bien organizada nunca tendrá un número de invitados al de las hijas de Júpiter y Venus, ni un número superior a los descendientes de Zeus y Mnemóside. Tres eran las Gracias y nueve las Musas.
¡Y como no coincidir con los expertos! Comer dos nada más se podría justificar en determinadas circunstancias donde o la cosa va de rutina o lo que menos importa es la comida, comer tres personas sólo debería de ocurrir en situaciones extrañas, que siempre acaba sobrando uno, pero cuatro -tres y el anfitrión- es el número mínimo para que una buena conversación empiece a ser interesante. Más de nueve ya estaría cercano a un banquete nupcial "de luxe".
Al final no salió tan mal la cosa, pagó uno de ellos y yo me consolé pensando que todos tenemos por lo menos cuarto y mitad de este tipo de gente que te desespera nada más verla. A ver quien no tiene un vecino en el cuarto, ese al que le tocó la lotería, que sin saber porqué te empieza a caer mal; A ver en que departamento de contabilidad no hay un cachas al que, a pesar de tener cara de anuncio de colonia, no tragas ni en pintura.
Siempre hay gente que te cae mal sin razón aparente, forma parte de la condición humana, seguro que a ellos les pasará lo mismo conmigo, aunque conociéndome como me conozco estoy seguro de que lo suyo conmigo, no es más que pura, simple y cochina envidia, mientras que lo mío hacia ellos es una pequeña anécdota disculpable y sin maldad. Para buena gente yo. ¡Hala!
146. Jueves, 26 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo sexto: Si homicidio es matar a un hombre, suicidio es... ¿matar a un suizo?
Puedo demostrarlo, la educación sexual de la mujer moderna no se llama sólo "Cosmopolitan" por más que esa revista sea la "bíblia" necesaria para aprender a tener un multiorgasmo con tu compañero de asiento en el autobús y no despeinarte.
Hojeando una de esas revistas que salen los lunes, no solo descubre uno que la Pantoja en otra vida fue una sacerdotisa en Lesbos, que Sara Montiel está esperando gemelos univitelinos, o que la patata cruda es "ideal-ideal" para desatascar tuberías, sino que, en una apología del sexo universal, enumeran con todo lujo de detalles, los beneficios mentales de una vida sexual activa. Y no son pocos ya que:
- Reduce el estrés: inmediatamente después del orgasmo se produce un estado de reposo muscular completo que permite que todo vuelva a su ser, igual que si se llevara a cabo una sesión de relajación. Es el mejor ansiolítico natural.
- Combate las jaquecas: durante el desarrollo del acto sexual se produce una vasoconstricción de los vasos sanguíneos de la cabeza lo que permite que desaparezca el dolor.
- Mejora la memoria: durante el orgasmo se puede producir una pequeña perdida de conciencia que dura tan solo unos segundos, pero que supone un tiempo sumamente valioso para que la cabeza descanse y se recargue la capacidad de memoria.
- Combate el insomnio: hacer el amor es diez veces más efectivo que tomar una pastilla para dormir ya que, los cambios bioquímicos que tienen lugar durante el acto provocan somnolencia.
- Mejora los estados depresivos y aumenta la autoestima: mientras se mantienen relaciones se liberan endorfinas que contribuyen a que uno se sienta más animado y aumente su autoestima general. Deprimidos del mundo, ya sabéis la solución, para esta tarde y todas las tardes de este verano. Alguien os lo agradecerá.
Y si todo lo anterior no es más que un cuento chino para llenar dos páginas, siempre está esa razón que todos hemos comprobado: ¡lo bien que se lo pasa uno!
Y no vale decir que uno no tiene con quien, que, como son ellos así de previsores. El último consejo va dedicado a los que llevar esa vida sexual activa les supone un problema por el detalle ese de no tener nadie a mano. Todo tiene solución y para eso el capítulo de la semana siguiente lo dedicarán a la masturbación, anunciando que puede tener los mismos efectos, aunque sea más aburrido. Se acabarán quedando ciegos, y sino al tiempo.
145. Miércoles, 25 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo quinto: ¿Por qué siempre es inalcanzable el último hielo que flota en la bebida?
Sé que voy a soltar un mitin desde una posición privilegiada, sé que cualquier aproximación a una realidad compleja es difícil, y sobre todo, sé que mis gustos sexuales no son sino una parte más, como mi pelo corto, mi adicción a los helados de limón ácidos, o mi manía de no llevar calzoncillos salvo en bodas, banquetes y comuniones.
Pero esta semana estoy en plan reivindicativo, que difícilmente podremos hablar de "conquistas de libertad" mientras tengamos que seguir hablando de "orgullo". Solo el día que "lo gay" deje de ser "lo diferente" para formar parte de "lo normal", habremos avanzado de verdad.
Son muchos los que, por desconocimiento o por un sentido de la igualdad que solo ellos pueden entender, emiten juicios de valor sobre el mundo gay con una ligereza y arrogancia propias de la más absoluta ignorancia.
Me parece muy bien la imagen petarda de circo a la que nos tiene acostumbrada la televisión, pero no es la única, ni tan siquiera la mayoritaria. Hay que acabar con qué la única referencia que se haga de nosotros sea a través de tópicos y hacer entender a los demás que "lo normal" , no reside es que nos ajustemos a unas conductas fijadas, sean las que sean, sino a que nos expresemos según nos venga en gana. Las palabras con las que se forjan las libertades son respeto y naturalidad.
La mayoría de nosotros no vivimos al límite, no somos promiscuos, o al menos no más que los heteros (que las señoritas putas no viven del aire y hay unas cuantas), no somos millonarios, ni hacemos del cuarto oscuro nuestra habitación. Eso no lo determina una orientación concreta, sino los principios de la persona y su elección personal.
Tengo 33 años, llevo 17 con mi compañero, y jamás me he sentido discriminado por mi opción sexual. Sería muy cobarde por mi parte no decirles a todos los que de vez en cuando pierden la esperanza, que se puede conseguir montar una vida con todas las ventajas y los inconvenientes del resto de las personas, una vida como todas las demás y de la que sentirse satisfecho y hasta orgulloso.
Tampoco creo que tenga que presumir por ser gay, ni gritarlo a los cuatro vientos, simplemente lo soy, pero también comprendo que quedan muchas cosas por hacer y me parecería egoísta no echar una mano, aunque solo sea dando ánimos y provocando esperanza para que pueda seguir adelante toda esa gente que no lo tiene tan fácil ni tan claro. Todavía queda mucho camino por recorrer, en eso estamos.
144. Martes, 24 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo cuarto: ¿Por qué todas las viudas viven más que sus maridos?
Hoy es San Juan, día mágico donde los haya. Lo primero que he hecho nada más levantarme ha sido leerme mi horóscopo para hoy, simultaneándolo con cierta función fisiológica que cumplo cada mañana y que va a juego.
Así he podido salir tranquilo a la calle ya que, el sol está en mi casa astral y como tengo a mercurio por regente, el fuego natural avivará las brisas de la luna en capricornio.
Amor: período en el que te preocupará más la búsqueda de vida interior que el de estrechar lazos con los demás. Una actitud de serenidad ayuda a limar asperezas. Tu aparente dureza y ese instinto de autodefensa esconden un corazón frágil y delicado, pero fuerte y sano a la vez.
Trabajo: La entrada del sol en tu signo te va a dar fuerza y vitalidad, asume tus responsabilidades. Ciertos conflictos con tus compañeros que te impedirán dar rienda suelta a tu creatividad. Tus planes se ralentizarán por una temporada. Descansa tu mente.
Actitud: Tu cabeza está metida de lleno en ideas, es posible que al fin encuentres ese objeto que estabas buscando. Sabes que tu persuasión te permite obtener siempre los resultados apetecidos. Tendrás la suerte de cara pero eso no quiere decir que debas correr riesgos innecesarios. A veces la calma con la que te enfrentas a las situaciones se confunde con indiferencia.
Este “horroróscopo” es válido solo para aries, leo, sagitario, tauro, virgo, capricornio, géminis, libra, acuario, cáncer, escorpión y piscis.
Y ahora una concesión a la nostálgia, que si alguna razón asiste a los que dicen que nadie tiene recuerdos de sus primeros tres años de vida, este post le va a sonar a chino a todos los que tienen menos de veinte años, como poco.
Sonaba como sintonía “Indian Summer” y todos ponían la oreja, empezaba a hablar Dª. Elena Francis repartiendo consejos a diestro y siniestro, mezclando el amor de los novios que vivían en pecado, con los granos de adolescentes angustiadas por su primera regla, de los maridos alcohólicos, a los que había que aguantar y respetar que para eso eran maridos-para-toda-la-vida, con la mejor forma de quitar las manchas de aceite, haciendo malabarismos para que todo fuera tan convencional como las buenas costumbres de la época y ejerciendo una rara mezcla de cura-psicóloga-amiga.
La idea fue de una fabricante de cosméticos, Francisca Bes, que lo presentó como un consultorio de belleza aunque fueron los asuntos sentimentales los que acabaron ganado la partida; Durante treinta y siete años Elena Francis no fue nada más que las voces sucesivas de María Garriga, Rosario Caballé y Maruja Fernández, con un equipo de guionistas primero y del periodista Juan Soto después, encargados de contestar las miles de cartas semanales que siempre comenzaban con la misma frase: “Querida Elena Francis:”.
Así hasta 1984 en que desapareció el gran “totem” de toda una generación.
143. Lunes, 23 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo tercero: ¿Por qué cuando un espía atrapa a otro espía le obliga a que cante y no a que baile o toque la guitarra?
Es curioso, casi todo lo que nos rodea es cuadrado, debe de ser añoranzas de la escuadra y el cartabón ahora que los arquitectos y demás “gurus” del diseño dibujan con ordenador. Pero en un mundo cartesiano y cuadriculado hasta el infinito, hay algo que se salta la norma: todas las plazas de toros son redondas.
¿Todas?, todas no que diría Axterix, hay alguna que resiste, la excepción que confirma la regla, la vi ayer por la televisión en estos días de calor donde cualquier pueblo que se precie tiene por costumbre del siglo XXI correr delante, detrás o enfrente de los toros. Es una plaza cuadrada construida sobre un antiguo campamento árabe cerca de Santa Cruz de Mudela, en Ciudad Real y es cuadrada.
Nunca he estado en una, ni redonda ni cuadrada, se me hace difícil imaginar que puede pasar allí dentro. El toro del que he estado más cerca en toda mi vida pesa cuatro mil kilos, mide trece metros y medio y es de color negro zaino.
Tiene otros noventa y cinco compañeros a los que se puede escalar, jugar, dormir, asaltar, circundar, agarrar, convivir, enganchar o trepar. Y están en su hábitat natural, donde deberían de estar todos, en el campo.
142. Viernes, 20 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo segundo: ¿Por qué iba pulgarcito tirando migas de pan por el bosque cuando su padre le iba a abandonar por no tener nada que darle de comer?
Si hay alguna situación donde uno nunca está seguro de los pensamientos del otro, esa es la sexual. Leer entre líneas cuando te contestan “lo que tu quieras, cariño” a la pregunta de “ que te gusta hacer”, es una de las cosas más difíciles que existen en esta vida.
Y sin embargo de ello pueden depender muchas cosas. Vamos a ver, si te apetece ponerte a limpiar a cuatro patas y con el cuerpo embadurnado de miel cada rincón de la cocina con un cepillo de dientes, mientras se montan encima con un tanga de cuero negro.. ¿por qué no se lo vas a pedir?
Pero nada, normalmente las fantasías se quedan en eso, en fantasías y a lo más que llegan es, en un momento de debilidad, a decirte eso de “me encanta lo desinhibido que eres en la cama”, aunque lo que de verdad te están diciendo es “por favor no grites tanto que se van a enterar todos los vecinos”.
Es una de las –pocas- ventajas de una relación estable, a fuerza de experiencia, (por cierto cuanta más mejor, otra razón para que sea diario), uno acaba aprendiendo que el sexo es un idioma silencioso con su propio código, y que, como todos los idiomas, necesita tiempo. Escuchar cuando aumentan los gemidos, cuando los ojos se salen de las órbitas, cuando la piel de gallina invade cada trocito de piel, o cuando se empieza a acordar de qué habrá para cenar, simplemente es cuestión de un poco de atención.
Y además como ya saben que sí, que mucho, te ahorras responder a la típica pregunta de las primeras veces, esa de “¿te ha gustado cariño?, que traducido suele querer decir “a que no hay otro pene tan grande y estupendo como el mío?, ¿a que no, a que no, a que no...?
141. Jueves, 19 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo primero: ¿Para que sirven los pelos del sobaco?
Las razones de cada uno para mantener un blog, me da a mí que son tantas como blogs existen ¡y mira que existen blogs!
Viene esto a cuento de una página que encontré ayer y cuya única función parece ser criticar los blogs de los demás, como si alguien tuviera algún derecho de decirle a otro como, cuando o qué debe escribir, Borjamari.com, que así firma el interfecto, si se cree con ese derecho y lo ejerce.
Y yo, al contrario que mi querida Alicia ha hecho en su magnifica página, si voy a poner su dirección, para que todo el que quiera, pueda comprobar de primera mano hasta donde puede llegar, como poco, la envidia.
Siendo completamente lícito -a mí me gustan-, el hábito de pasar revista con cierta regularidad a las cosas que a uno le ocurren no tiene porqué limitarse necesariamente a contar aventuras de amores adolescentes imposibles o explicar con todo detalle la última sesión de una depilación con cera templada, basta con qué cada uno cuente lo que le dé la gana, al fin y al cabo siempre resultará interesante para la persona más importante que lo va a leer, uno mismo.
Ni objetivos, ni plazos, ni ningún tipo de autocensura a ningún nivel. Da igual que el blog se use para controlar los gastos, para salir de una crisis, para recordar el pasado, para desarrollar la imaginación o para descargar el mal humor. Vale cualquier cosa, hasta, como en mi caso, matar el tiempo y divertirme.
Ya, sí, sé que estoy haciendo lo mismo que el tal Borjamari.com, pero empiezo a estar un poco harto de que se empeñen en decirnos lo que podemos o lo que no podemos hacer, sobre lo que tenemos o no tenemos que escribir, sobre los enlaces que debemos o no debemos poner y al final uno acaba un pelín hasta las narices de tanta gente que se empeña en que las cosas tienen que ser como ellos creen que deben de ser y que no son capaces de entender que, antes del diseño de cinco estrellas, la ortografía de académico o una barroca descripción poética, está la honestidad con uno mismo.
Qué no quería ponerme así, que ya es jueves y el día uno me voy de vacaciones, además hay cosas por las que no merece la pena ni enfadarse. Prometo que no se volverá a repetir. ¡Hala!
140. Miércoles, 18 Junio, 2003
Capítulo Centésimo cuadragésimo: ¿Por qué la hamburguesa de la foto nunca es igual que la que luego te sirven?
Al hilo de los comentarios de ayer sobre costumbres ajenas hoy voy a ser politicamente incorrecto, que para eso solo me quedan nueve días laborables -contando hoy- antes de mi primer trozo de vacaciones. Pero tampoco mucho, lo de ser politicamente incorrecto digo, que al final me parece que he encontrado, gracias a un artículo de esos suplementos que te regalan con el periódico, la solución perfecta a mis protestas.
Resulta que en casi todos los sitios donde se sirven comidas en plan más o menos amplio tipo escuelas, aviones, cárceles, cuarteles y similares, hay menús especiales según la religión que uno práctica. Para los que tienen una religión apañada aparecen los privilegios de poder elegir o rechazar, para el resto de los mortales no.
En este mundo occidental donde la mayoría de agnósticos, ateos y cristianos venidos a menos comemos lo que nos echen, hay unos grupos de privilegiados en cuanto a comida se refiere, aunque no solo en eso, a los que les tienen que servir ciertos platos según unas rígidas normas que estipulan que debe de ser tal animal, que no debe de ser tal otro e incluso que el susodicho correspondiente tenga que mirar a un determinado sitio cuando pase por la agonía de su sacrificio.
Pero decía que ya he encontrado la solución para que todos estemos contentos. Y es simple, basta abrazar una nueva fe apuntándose a la "Church of the New Song", más o menos la "Iglesia del Nuevo Cantar", fundada en los años setenta por un grupo de presos en Atlanta y que en pocos meses consiguió decenas de adeptos especialmente entre los reclusos.
Estos, hartos de ver como otros compañeros de celda adscritos a religiones "alimentariamente" inflexibles evitaban el rancho diario obteniendo platos especiales, crearon una religión (aceptada y reconocida poco después por la iglesia cristiana, -que esto va de legal-), con normas relajadas en cuanto a cultos pero muy estrictas en lo tocante a reglas alimenticias.
Este es el dato fundamental que pusieron en conocimiento de los directores de prisión correspondientes para que, en aras de la libertad de culto y el respeto a las creencias de cada cual, se elaboraran los alimentos según la fe de cada uno, que por cierto se corresponden con los gustos personales.
Está claro que la igualdad hay que llevarla a su terreno más práctico y debe de ser para todos, hay que acabar con la discriminación de los que, por culpa de una mala elección religiosa, no podemos tener ciertos derechos a los que los demás acceden con todas las bendiciones habidas y por haber.
Por cierto, ¿alguien sabe si alguna religión de esas apañaditas, prohíbe trabajar? si hay alguna que me apunten ya.
139. Martes, 17 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo noveno: ¿Cómo sabe un ciego que ha acabado de limpiarse el culo?
Tenía que pasar, tanto hemos dicho todos la frase de "esa mierda de internet", " esta mierda de conexión" que tenía que pasar. Se presentó en el Ideal Home Show, una feria de electrodomésticos de alta tecnología de Londres, ya existe un rollo de papel higiénico con buscador web. Nada mejor que Internet para hacer más amenas las visitas al retrete. Y si a uno le interesa lo que está viendo en la pantalla del rollo, también se puede imprimir, esta vez usando papel del normal. Cada uno da a su culo lo que cree que se merece.
Yo, que he sido, soy y seré pobre y además ya con una edad difícil, empecé limpiándome con el rollo de la marca "El Elefante", un papel de color marrón, (supongo que para disimilar), que venía envuelto con un medio plástico amarillo con un elefante rojo pintado, que, si no hubiera sido tan conocido, más de uno lo hubiera utilizado como papel de envolver regalos, aunque siempre venia bien para empezar a experimentar la televisión en color pegándolo a la pantalla.
Pero quien lo usó, además del color, recordará más "características", su dureza o su "impermeabilidad", que hacía qué, en cuanto se descuidaba uno, los diferentes "líquidos" corrían por el papel, terminando la carrera manos o piernas abajo, toda una incomodidad. Y si además uno se encontraba escocido tras una diarrea, o con almorranas, la capacidad sensorial del culo hacía que te acordaras y no muy respetuosamente, de la familia entera de los dueños de la marca.
Los de ahora son otra historia, extras-suaves, absorbentes, con dos capas, resistentes y hasta precortados. ¿Por cierto?, ¿solo me pasa a mi o el "precorte" es tan pequeño que en cada "uso" hay que gastar media docena?
Creo que me va a salir un post muy largo pero el tema es lo suficientemente delicado para dedicarle tiempo. Elegir un buen papel de culo no se puede hacer a la ligera, hay que seleccionar entre un montón de marcas teniendo en cuenta que, a diferencia de otras compras vitales, aquí no te van a dejar probar antes de elegir y tampoco van a aceptarte la devolución en el caso de que no quedes satisfecho, (ni en el corteinglés te dejan devolver papel del culo usado, !así está el patio!). Siempre queda la opción de ir al retrete del hiper, pero nadie te asegura que haya servicios públicos y de haberlos, nunca serán como los de casa. Por otro lado, no va a quedar muy bien visto presentarse en la caja para pagar y que el paquete de papel de culo esté empezado.
Si existen muchas dudas lo mejor es qué, cuando estemos en el pasillo de los rollos y sin que nadie se dé cuenta, abramos un paquete de cada marca, (digo al menos uno; pero si somos muy desconfiados, debemos probar con más, no sea cosa que solo el que está delante sea el auténtico...) Luego, pasaremos de intentar comprobar la medida que figura en el envoltorio (habrá que confiar un poco en los fabricantes, pero solo un poco, si dicen 74 metros, calculemos que tiene 51 más o menos), para centrarnos en desplegar dos o tres vueltas del rollo y, muy lentamente, pasarlo por nuestra cara, al fin y al cabo sí para la cara es suave seguro que para el culo también. Y no sirve solo probarlo con los dedos, que nuestro tacto suele jugarnos malas pasadas por su insensibilidad.
Eso si, como la educación ante todo, así pues, una vez probados los distintos tipos de papel y luego de haber dado con el indicado para nuestro "cu.... tis", viene el trabajo de ocultar evidencias. Siempre inadvertidamente esconderemos todos los paquetes abiertos y pasarán del primero al último lugar. Escogemos el segundo paquete que ahora habrá pasado a ser el primero y lo introducimos en el carrito. No hay que tomarse esto al pié de la letra, se puede uno llevar más de un paquete.
Es cierto que existen otros detalles más íntimos que también se deben de tomar en cuenta a la hora de decidirse, como por ejemplo cuanta experiencia tiene la mano que va a ejecutar el acto, el método de doblado o plegado de papel, de que lado está puesto el portarrollo, el tamaño del propio baño que nos permitirá maniobrar mejor o peor. También influye y mucho, como sea el asiento donde se va a desarrollar la acción, que dicho asiento no esté suelto o desajustado, que la cisterna de agua, contenga agua, que el botón o cadena funcione a la perfección Siempre es mejor mirar bien y comprobar antes, que uno nunca sabe con qué se puede encontrar.
Para un buen uso, se requiere de mucha muñeca y una habilidad inusual de la que no nos solemos dar cuenta, es de esas pocas cosas que hacemos a diario donde no se puede explotar el sentido de la vista en cambio es preponderante el del tacto mientras que el del olfato actuará de forma indirecta.
Ya paro que si me pongo a escribir sobre el "olfato" y derivados en relación con este tema podíamos no acabar nunca. Como en tantas cosas los orientales son más serios para estas cosas, ellos ni tan siquiera saben lo que es el papel del culo, unos genios, eso es lo que son, unos genios afortunados que se evitan la discusión casi diaria que mantenemos el resto de la humanidad sobre quien ha acabado el rollo y no lo ha repuesto.
138. Lunes, 16 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo octavo: ¿A la tercera edad va la vencida?
Lunes ya, con las vacaciones a la vuelta de la esquina y por tanto camino de cumplir una de las pocas reglas que no tienen excepción, cuando se viaja, uno siempre se olvida de algo que resultará necesario. Para estos casos tenemos la mejor arma a aplicar: la imaginación.
Siete de la mañana y sin crema de afeitar, no hay problema, como las cosas menos necesarias nunca se olvidan seguro que uno lleva de ese acondicionador de pelo que traía la cesta del "mark&spencer" de hace tres navidades y que la paseas por donde vas, se aplica generosamente, te afeitas, y acabas con la piel más suave que el culo de un recién nacido. Y para rematar la faena agarras un yogurt de esos que siempre tienen en las minineveras de las habitaciones, y rieté tu del mejor aftershave del mundo.
Si se olvida el champú tampoco hay problema, para empezar bastaría sustituirlo con ese minúsculo jabón de a 15 € la bolsa de doscientas piezas del "makro" que siempre te ponen y que nunca se acaba, pero si además le quieres dar un toque "pijo" y se te olvidó el acondicionador echa mano de la cerveza que siempre hay en las mismas minineveras, si se utiliza antes del último enjuage el toque brillante estará muy conseguido.
Algo más grave que se puede olvidar, como es el dentífrico, se puede arreglar untando sal en rodajas de limón y frotar, frotar y frotar. De todas formas de pasta de dientes conviene llevar por lo menos dos tubos, no sólo vale para lo que se fabrica sino que es muy buena para hacerse un buen peeling facial o que se vean menos rojos esos granos inoportunos.
Por experimentar que no quede, la lista de cosas que sirven para otras cosas esta abierta de par en par en los comentarios, al final podemos hacer un libro entre todos, algo así como " las 1080 recetas de trucos para salir del paso", por todo el que quiso participar.
137. Viernes, 13 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo séptimo: ¿Habrá peces vivos en el mar muerto?
Hace mucho que tengo un problema que ya he dejado por imposible, sin embargo me temo que está a punto de volverse a repetir, voy a volver a ser daño colateral del amor.
La situación ya me la conozco, pareja de varios años que rompen de una manera normal, es decir tirándose los trastos a la cabeza en una batalla campal con similitudes a la guerra del congo, y tu, amigo de los dos que, hagas lo que hagas, siempre acabarás traicionando a alguno de ellos, que te lo echará en cara con largos sermones que serían la envidia del mismísimo “coma - andante”.
Que dos personas rompan una relación y se conviertan en super-colegas es algo que solo pasa en las películas de Woody Allen, o en las series de la Obregón, en un mundo más real cuando esa ruptura llega, resulta que en vez de amigo te conviertes, de la noche a la mañana en un bien ganancial que hay que repartir con el resto del botín.
Lo tengo asumido, si hablo con uno el otro me considerará un traidor y viceversa. ¿La solución?, aguantar el chaparrón y esperar a que escampe, por ambos lados.
136. Jueves, 12 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo sexto:¿Por qué cuando se abre un medicamento siempre se hace por la parte en la que está el prospecto doblado?
Seguir la apasionante vida social de la pantoja, estar al tanto de sí saramontiel va a tener gemelos o simplemente es un empacho de judiones de la granja, o saber de qué le toca operarse a mariateresacampos este verano, va a dejar de ser algo mal visto por los que -dicen que- solo ven los desagradables bichitos de la segunda cadena.
Por fin el espíritu milenario del induísmo profundo, se pone al servicio de los que, como buenos parias de la tierra, nos tragamos el aquíhaytomate.
Después de una larga, compleja y costosa investigación llevada a cabo por “cienes y cienes” de científicos en una mezcla de culturas sin precedentes, resulta que hay una postura del hatha-yoga –finamente “asana”- que, no sólo se puede hacer, sino que se debe hacer, viendo este tipo de programas. El sueño de cualquier teleadicto, ver todos los programas y además ponerse como el tío que anuncia las galletas de fibra con trocitos de chocolate, ese tan raro que ni es gay ni está casado.
La postura en cuestión se llama “vajrasana” y consiste en sentarse erguido sobre los talones. Los pies han de situarse paralelamente, uno al lado de otro (sin señalar hacia dentro), y los muslos deben apuntar rectos hacia adelante. Se tensa la columna vertebral dejando caer la pelvis al suelo y acomodamos bien el culo sobre los talones o entre ellos.
Solo hay que tener cuidado de no acabar hecho un nudo y sobre todo de tener el mando a distancia cerca. Como está en fase de estudio aun no hay tabla de equivalencias, pero, así a ojo, dos o tres sesiones de anarosaquintana seguro que valen por doscientos abdominales... por lo menos.
135. Miércoles, 11 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo quinto: ¿ Por qué si te regalan algo en un sueño siempre te despiertas con las manos vacías?
Las mujeres suelen criticar a los hombres por ser insensibles y descuidados, por su poco interés en comunicarse, por mirar a todas las mujeres que pasan por la calle, por no saber escuchar, por su torpeza para encontrar cosas en la nevera, por su poco compromiso en las relaciones, por dejar los pantalones tirados...
Los hombres suelen criticar a las mujeres por su afición exagerada a las compras, por su escaso sentido de la orientación, por hablar demasiado perdiéndose en los detalles sin ir al grano, por no tomar la iniciativa, por su insistencia en querer cambiarlos, y sobre todo de que les obliguen a recoger el pantalón “precisamente ahora”...
Seremos iguales (o deberíamos serlo) en derechos, deberes y oportunidades, pero completamente distintos en todo lo demás, y hay una prueba definitiva que lo demuestra: la hora de ir a mear en los sitios públicos.
Mientras las mujeres matan por ir de dos en dos, los hombres siguen un ritual que pocas veces se rompe. El primero en llegar se irá al urinario que esté más lejos de la puerta, el segundo al que está más lejos del primero y el tercero se va a la cabina y dejará libre el de en medio. Cualquier cosa antes que “hacerlo” entre dos extraños entrometidos.
134. Martes, 10, Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo cuarto: ¿Cuándo los fabricantes de pancartas hacen una huelga llevan pancartas?
En los cuentos, el amor del príncipe azul solo llega después de comer manzanas envenenadas o de perder zapatos de cristal a unas horas donde la mayoría no ha salido ni tan siquiera de casa. Pero para eso son cuentos.
En el mundo real uno puede encontrar a su pareja en cualquier sitio, sin ir más lejos, los pasillos de los hipermercados son de esos sitios que en cualquier guía de “Manual-de-autoayuda-para-encontrar-pareja-antes-del-sábado” se clasifican como de cinco estrellas superior, y con toda la razón.
“Arreglao-pero-informal” que decía la canción de Martirio, carro en mano, uno puede toparse en mitad del hiper con el amor de su vida. El momento crítico está en ese primer encuentro, nada de mirar para otro lado o dejar el carro abandonado de cualquier manera y salir corriendo: hay que atacar.
Basta una frase ingeniosa para romper el hielo, preguntar dónde están los plátanos, por ejemplo, es muy socorrido y no compromete a nada más (que siempre está bien “cubrirse” por si acaso), pregunta a la que se deberá adjuntar una sonrisa de esas de oreja a oreja, elemento imprescindible de una primera impresión como dios manda.
Será partir de aquí y valorando la respuesta obtenida, cuando uno pondrá en marcha el siguiente paso que no será otro que el decir, de una manera sutil eso sí, que te gusta. Lo más conveniente es que el encuentro de pasillo se esté produciendo en la sección de “lácteos” con lo que un bote de nata estratégicamente puesto en el carro, y después de haber preguntado por los plátanos, le dará la pista de que tú eres lo que él necesita: puro romanticismo.
133. Lunes 9 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo tercero: ¿Por qué todo el mundo se empeña en contar a cualquiera que se le ha dormido la pierna?
Un desayuno sano ha de ser equilibrado, debe estar elaborado con productos frescos y del tiempo, que se digieran con facilidad y no nos sobrecarguen. Por eso siempre que puedo, me gusta desayunar, aunque nunca sepa a que hora va a ser, con 28cerocero.
Desayunar con 28cerocero es la mejor y más excelente manera de desperezarse y romper con suavidad el ayuno de toda la noche, es saludable y divertido, no tiene conservantes ni colorantes y, sus altas concentraciones de honestidad y sinceridad, hacen que sus beneficios superen ampliamente a cualquier “pseudo-pisico-dieta-mediterranea” de esas que nos suelen vender en plena explosión de marketing entre los ininteligibles anuncios de coches, (¿pero por qué son tan raros los anuncios de coches?)
28cerocero tiene que ser una buena persona a la fuerza, lo demuestra su ingenuidad que llega al punto de creerse que Madonna existe, cuando todos sabemos que es un holograma virtual al que pone voz una gata recién parida que le están pisando el rabo. ¡Bendita inocencia!
Y si queda alguna duda de su profesionalidad, hay un dato que lo dice todo, es una de esas pocas personas “humanas” que trabajan con estos cacharros del demonio que se llaman ordenadores, que ante cualquier problema, es capaz de decirte algo más que la única frase que les enseñan a los informáticos en sus largos años de aprendizaje: -¡pues apaga y vuélvelo a encender!- Y encima nunca presume de ello.
28cerocero sé que a veces me meto contigo, pero ¿sabes? o mucho me equivoco o eres uno de los mejores tipos que estoy conociendo. El beso de la foto, (si es qué se ve), es todo para ti de un admirador de peluche.
132. Viernes, 6 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo segundo: ¿Cuándo la luz se va... a donde se va?
De viernes, veo que me quedo sin fotos -que para eso lo “gratis-total” no tiene servicio de protestas del cliente-, veo los comentarios de ayer y me gusta que cada uno opine como le de la gana, nadie tiene que justificarse de su propia opinión solo porque otro no la comparta, cada uno es cada uno, cada uno tiene la suya y punto (¡Ay, qué “belénesteban” me ha quedado eso!).
A veces miro a mi alrededor y me doy cuenta de mi mediocridad, demasiado sofisticado para ser un “indi” pero demasiado “cutre” para ser un modernito como dios manda, lo que me convierte en un amorfo sin tribu urbana que llevarme a la boca cercano a la inadaptación social.
Resulta que no me hacen gracia los cómics de Jordi Labanda (y que conste que los entiendo), no me drogo salvo mi dosis de cafeína en vena (que cutre ¿verdad?), no me lavo los dientes con pasta de Gucci ni tengo intención de decorar mi dormitorio como una sala de Guggenhein. Tampoco llevo pulseras de Lockin Shocking, en mi armario no hay ni una sola camiseta estampada con los niños zombis de Miriam Ocáriz ni me pongo el Viva a las once para ver el Berlin House.
Lo peor de todo es que sé que es drum&bass, el downtempo y el jungle, que conozco las colecciones de Paulinha Rio, David Delfin, Gaultier e incluso de Spastor, que leo a Neo2, a Ray Loriga y hasta a Lucia Etxevarria, veo películas de David Linch y aun así no le veo sentido a nada de eso, ni me importa.
Hasta en el sexo se desborda mi mediocridad, nunca lo he tenido con “heavitorros hadcoreros” amagos de “cutre-grunges” y “harenows” por el estilo, como mandan las sacrosantas normas de la modernidad; Sería incapaz de excitarme viendo un condón rosa barbie en erección por muy Benetton que fuera, y lo más que he llegado a sido al sadomaso light sustituyendo las imprescindibles esposas de Armani por unos calcetines limpios.
Pero tengo un atisbo de esperanza para romper esta mediocridad que me invade y empezar mi camino hacia lo “mega-macro-cool”; Vale, todavía no me deprimo sin causa que lo justifique, cosa de la que cualquier moderno debe presumir, pero resulta que esta primavera he notado algún conato de algo tan sumamente moderno como tener alergia (por algo se empieza), y sobre todo he podido comprobar como coincido con los fashion-victim en dos datos definitivos, ambos sabemos quien es Yola Berrocal y odiamos Zara.
¿A que estoy en el buen camino para dejar de ser asquerosamente mediocre?
131. Jueves, 5 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo primero: ¿Por qué las gallinas no ponen huevos cuadrados?
Ayer, horario de trabajo, media hora para tomar café obligatorio por aquello del peloteo con uno de los “cienes y cienes” de jefes, conversaciones de las profundas que, tras la primera palabra, derivan en monólogos ajenos, nuevos proyectos, aburrimiento, mirada fija y perdida en la máquina tragaperras de la pared de enfrente.
Llega un hombre a meter moneditas, ocupación poco grata simbolizada en un mono azul y una gorra de ”puertas-gutierrez”, debe de haber salido pronto y entre “chato” y "caña” se dedica a echar los veinte duros transmutados en euros de modernidad. Pelo grasiento, aunque más que de gomina del “juteco”, de la fabricada por su propia cabeza, camisa de rayas desabrochada en los primeros botones, barriga sietemesina y calcetines blancos a juego con los calzoncillos de la oferta “tres-por-dos” del “carrefour”.
Está diez minutos, brazo izquierdo apoyado en lo alto de la máquina, brazo derecho en tensión preparado como si fuera a pulsar en un concurso del constantinoromero. Tocamientos constantes, más o menos leves en las zonas genital, anal y nasal.
Le releva una mujer tirando a mayor, tinte oxigenado sin repasar hace tres meses, carrito de la compra al lado de esos que van gritando “me-voy-a-comprar-ahora-vuelvo”, gafas de cristales gorditos tipo “años-setenta”, amagos de delantal, bata de rombos y zapatillas conjuntados. Al contrario que el operario arreglapuertas, la señora en un gesto de dominio, agarra una silla en la que esparce su celulitis, su manera de apretar los botones denota una vasta experiencia en dejarse la pasta de las alubias con "mariajesús-y-sus-pajaritos" de himno nacional.
Dice esa cosa gorda y sin dibujos llamada diccionario que una de las acepciones de “tragar” es consumir, gastar. ¿Nadie les ha dicho que la maquinita en cuestión se llama "traga-perras"?
130. Miércoles, 4 Junio, 2003
Capítulo Centésimo trigésimo: ¿Por qué si la mayonesa se corta no sangra?
Estoy un poco harto de la apología de la pareja, cumplir los treinta estando soltero también tiene un montón de ventajas. Para empezar, a ver, ¿por qué conformarse con uno sólo, pudiendo elegir entre tantos?
Por la cama, disfrutar de una cama de “dos por dos” para uno solito, sin que nadie ronque al lado, sin que nadie tire del edredrón para destaparte, sin que nadie corra por la mañana a ocupar el lavabo, no dejan de ser placeres de los que no todos los mortales podemos disfrutar.
Para poderse quejar a gusto, que es muy socorrido justificar traumas y problemas personales con aquello de que “nadie-me-quiere-pobrecito-de-mi” y quedarse tan ”pancho” delante de todo el que te quiera escuchar.
Por la esperanza, al fin y al cabo deben de quedar muchos ricos guapos solteros buscando y que todavía no tengan el número de teléfono apropiado. Los que ya estamos “cazados” no entramos, al menos sin que nos pongan mala cara, en esa “tómbola” del mundo que debe de ser, estar acosado por un millonario.
Por la familia, que nunca estará suficientemente valorado el no tener que aguantar suegros, cuñados, primos, tíos y demás apéndices familiares de los que no eres, sino un adosado, que nunca acabarás de caer bien a pesar de aguantar estoicamente paellas de domingo con una sonrisa de dolor de muelas.
Y porque sí, porque la coyuntura política internacional al coincidir con el arcano menor, da como resultado una descompensación de los chakras con relación a saturno, entrando en retroceso respecto a su ascendiente en orión, lo que da como consecuencia, como no podía ser de otra manera y es fácil de entender, que el karma esté un poco rancio; Aquí el que no se conforma es porque no quiere.
129. Martes, 3 Junio, 2003
Capítulo Centésimo vigésimo noveno: ¿Por qué si las patrullas tienen sirenas, las sirenas no tienen patrullas?
Hoy, que parece que voy a tener más trabajo que el veterinario de 101 dálmatas en plena crisis de garrapatas, estoy pensando en cambiar de profesión. El problema es qué, después de estudiar mis posibilidades y viendo que soy más inútil que el peluquero de la aramisfuster, solo me queda emprender el camino de los que no sirven para otra cosa: voy a ser crítico. Eso sí, dudo entre serlo de música o de cine, de ambas cosas entiendo muy poco con lo que soy un serio aspirante al puesto. Sólo tengo que fijarme en como lo hacen los grandes maestros, casi todos funcionan de la misma manera.
La primera seña de identidad de un buen crítico que se precie de serlo es su “capacidad referencial”, en otras palabras, la excelencia de una crítica es directamente proporcional al número de referencias que se puedan citar en ella y cuanto más raras mejor. Una buena relación de actores secundarios en películas turcas o algún título de caras b de un grupo de rock de Colorado que cantan en japonés formado por cincuentones cuáqueros, puntúa doble.
A partir de aquí hay que “adjetivizar”, suena raro, lo sé, pero no es difícil, basta con agarrar la película, el grupo o el cantante en cuestión y agregarle “ano/ana” (con perdón) a cualquier cosa que se relacione con él; Si tachamos de “almodovariana” cualquier película donde salgan más de tres colores chillones y una caja de zapatos de Chus Burés, por qué no vamos a hablar de influencia “madonnianna” cuando comentemos el primer disco de esa nueva cuarentona teñida y operada que aulla con gorro de militar. ¡Si es como la madonna misma!
Siguiente paso, sí la buena música como el buen cine, debe de ser algo abstracto, escribir sobre ellos también tiene que serlo. El secreto está en escribir un mínimo de setenta palabras sin signos opresores de puntuación, para que acabe por no entenderse absolutamente nada. Al fin y al cabo Camilo José Cela escribió “Cristo versus Arizona” sin utilizar un solo punto y le dieron el nobel ¡Qué menos!
Nos quedan dos mandamientos imprescindibles en la carrera hacia la cumbre de “aprenda a ser crítico en diez sesiones”; Primero: no hace falta escuchar o ver lo que uno va a comentar, basta con saber quien es el autor de la obra para que se pueda aceptar tigre de bengala como animal de compañía, que para eso el crítico es el último adalid de la sacrosanta autenticidad.
Y segundo y más importante: todo lo que vende es malo, la gente es tonta y sólo yo y los diez amigos más que hemos comprado la maqueta de Matsuzaki Maya o hemos visto la última de Hou Hsiao-Hsien en versión original china con subtítulos en arameo, tenemos algún atisbo de inteligencia y podemos comprender el mensaje que encierra.
128. Lunes, 2 Junio, 2003
Capítulo Centésimo vigésimo octavo: Si la capa de ozono tiene un agujero, ¿como puede volar ozono?
Sigo buscando remedios caseros que me acerquen al elixir de la eterna juventud. Dicen en mi pueblo que “quien tiene hambre con pan sueña”, y una edad “difícil” es lo que tiene.
Acabo de encontrar un remedio bueno, bonito y barato: besar. Un apasionado beso de apenas tres minutos quema, por lo menos doce calorías. Aplicando la frase de Coco Chanel “nunca se es suficientemente rico, ni se está suficientemente delgado”, habrá que practicar lo de los besos apasionados a la menor oportunidad.
Pero hay más ventajas, besar ayuda al sistema inmunológico a prevenir problemas de circulación o de estómago, al besar se aumenta el ritmo cardiaco, el corazón bombea un litro más de sangre y los tejidos quedan mucho más oxigenados.
Además los que besan habitualmente duermen mejor y de manera mucho más profunda. El beso es una buena terapia antiestrés y un magnifico calmante del dolor.
Eso sí, es conveniente que el beso sea “de tornillo” que es el que de verdad pone en movimiento los veintinueve músculos faciales capaces de prevenir las señales de envejecimiento y que es el que, según los expertos, hace que los “besucones” tengan un promedio de vida de cinco años más.
Y si todo lo anterior es mentira, que no digo yo que no, siempre nos quedará el recuerdo de un intenso intercambio de fluidos, con el permiso de la hepatitis, claro.
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