Capítulo Dosmilésimo septingentésimo vigésimo sexto: “La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos, la más fácil es hablar mal de los demás”. (Tales de Mileto, 625 a.C. - 547 a.C.; filósofo griego).
Los nombres tecnológicos son complicados. Hablas de las
técnicas digitales y alguna abuela dirá que ella con los dedos –y su técnica- todavía sabe hacer muchas cosas. No es cuestión de ponerse a imaginar cosas desagradables, que todos sabemos que
digital no viene de
dedos, sino de
electrónico, pero claro, el nombre confunde. Es como
ordenador, ¿qué es un ordenador? ¿Algo que te ordena la casa? Pues no. Entonces ¿por qué
coñe se llama así? Y lo peor ¿si no lo llamas ordenador cómo lo llamas? ¿
P.c.?, unas siglas que lo mismo te valen para clasificar a un
paralíticocerebral que para nombrar a un partido del
pleistoceno? ¿Procesador?, que suena a un recolector de tomates de esos que veranean en
marinadorsciudaddevacaciones?
Dicen que es más descriptivo llamarlo
computador. Ellos sabrán, pero también suena horroroso. Claro que a mí todas las palabras que contienen
puta me hacen pensar mal. Lo sé, soy un degenerado.