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2478. Miércoles, 16 julio, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo cuadringentésimo septuagésimo octavo: “Y como pago al contado, nunca me falta un beso” (Joaquín Sabina, 1949; músico español)

Además de para lo que se vende normalmente (por mucho que algunos no sepan que existe), hoy, en el siempre profundo (a la par que elegante) peluchepráctico, cosas para las que, también, nos sirve un simple desodorante:

- Aliviar picaduras de mosquito: frotándolo sobre las picaduras calma el picor, el dolor y la inflamación por las sales de aluminio que contiene.
- Hacer que las puertas no chirríen: un poco de desodorante en las bisagras eliminará el ruido.
- Evitar ampollas: antes de estrenar zapatos se cubre el empeine y los lados de los pies limpios y secos con desodorante en gel. Éste lubricará la piel y reducirá el roce.
- Ponerse pantalones ajustados: untando desodorante a lo largo de las piernas facilita entrar en unos pantalones ajustados.
- Mantiene los pies sin olor: aplicando una delgada capa de desodorante transparente en las plantas de los pies antes de acostarse, Se obtiene así protección contra la humedad y el olor a sudor el día siguiente.
- Como cosmético mate: untando con un dedo desodorante en la frente, debajo de los ojos y en la nariz. Resuelve el problema de la piel brillante.

Y en los chinos te sale por menos de 60 céntimos. Que estamos en crisis.