-   


  

785. Viernes, 23 Junio, 2006

 
Capítulo Septingentésimo octogésimo quinto: "Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello". (Juan Luis Vives, 1492-1540, humanista y filósofo español)

Viernes. Para que veáis que por aquí nos acordamos de todos (hasta de aquellos más parias y desheredados por la única loteria democrática que nos toca también a los pobres, "lavenadelgusto" que decía una que no conocía yo de nada) va un post dedicado a todos los que, después de una dura abstinencia semanal, tampoco lo consigan este fin de semana. Son pocos, lo sé, pero haberlos haylos.

El post es cortito pero muy practico. Está sacado de una tratado medieval ("El Libro de los Exemplos" o algo así) y propone, para combatir la lujuria, introducir el dedo en agua hirviendo o retozar desnudo en un campo de ortigas. A elección de cada cual.

Y sí, supongo yo que en casos extremos se pueden seguir ambos tratamientos aunque (y debido a los efectos secundarios que cada uno puede presentar individualmente) no parece muy recomendable simultanearlos.

Hasta el lunes.