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783. Miércoles, 21 junio, 2006

 
Capítulo Septingentésimo octogésimo tercero: "Móvil: una de las pocas cosas que los hombres se enorgullecen de tener pequeño" (Mariano P. 43 años, comercial)

Lo aprendimos en el colegio: los gentilicios indicaban la población o parte de donde alguien era natural. Cuando yo estudiaba (supongo que ahora semejantes cosas ya no vienen en los libros) existían más de treinta sufijos que, agregados al nombre geográfico, formaban aquellos. Aunque la cosa tenía su truco ya que la aplicación de uno u otro sufijo no estaba sujeta a reglas precisas; su uso se atenía, para desesperación de casi todos nosotros, a la tradición y a la costumbre de cada lugar.

Vamos, que ninguno de los habitantes de los tres pueblos de España llamados Cabra (en Córdoba, Tarragona y Jaén) resultaban ser, como en buena lógica hubieran debido ser, unos cabrones, sino que por una mera cuestión de no molestar a la minoría de habitantes de esos pueblos, nos teníamos que jorobar la inmensa mayoría (el gentilicio de Cabra y el de Calatayud llevaban siempre todas las papeletas para salir en el examen) aprendiéndonos de memoria que los del pueblo de Córdoba eran cabreños (o si querías sacar nota: egabrenses), los de la Cabra de Tarragona cabrenses y los de la Cabra de Jaén respondían al gentilicio de cabrileños.

Una más de las muchas cosas inútiles que nos hacían aprender ya que, aparte de poder consultar en cualquier momento los apéndices del Casares, -el google de la época-, sin mayor gasto verbal y con la simple ayuda de la preposición "de" todo hubiera resultado mucho más sencillo. Valga el ejemplo, ¿no suena mucho mejor decir que alguien es "de Calatayud" en vez de llamarle directamente a la cara bilbilitano"?

Además, y por muchos treinta sufijos que existan, ¿cuál habría que ponerle a los de Tinieblas en Burgos, Roturas en Cáceres, a los de Cabezón en Asturias, Calabazas en Valladolid o a los habitantes del melancólico Adiós también en esa provincia?

¿Y a aquellos con un pueblo de nombre algo animal -y su correspondiente y bestial gentilicio- como Lagartos en Palencia, Los Lobos en Almería, Pardal en Albacete o Los Galápagos en Guadalajara,

¿Y cuál será el nombre que lleven las de Puercas en Zamora, Las Gallinas en Valladolid, Cazurras (también en Zamora), Amarguilla en Almería o Las Tiñosillas en Ciudad Real?

¿Cómo soportarán su gentilicio los agnósticos que nazcan en Fraile (Jaén) o las que lo hagan en Casa de las Beatas (Albacete). ¿Y los lisiados de Los Cojos en Valencia, los poco afortunados físicamente que lo hagan en Malcocinado (Badajoz) o los "cortitos" que nazcan en Los Zotes (León)?

Y a lo mejor lo he soñado, (no lo encuentro por ninguna parte aunque sería lógico que le hubieran cambiado el nombre), pero recuerdo haber pasado de niño por un pueblo andaluz que se llamaba Asquerosa. Pobres.