Capítulo Septingentésimo sexagésimo noveno: "Todos los vicios, si están de moda, pasan por virtudes. (Jean Baptiste Poquelin -Molière-, 1622-1673, dramaturgo y actor francés)Con lo de la muerte -esta misma mañana- de Rocío Jurado, llevo escuchando en las emisoras de radio los típicos tópicos de las folclóricas, los matadores y sus correspondientes
romancesdevalentias taurinos. Aprovecho la noticia -si
blogger me deja que ayer no hubo manera- para decir que la mayoría de las veces los tópicos son simplemente tópicos: a pesar de ser de donde soy no me gustan "
los toros". De hecho nunca he ido a una corrida, ni tan siquiera he estado dentro de una plaza -ni ganas de estar- y se me hace difícil imaginar que lo que allí dentro ocurra sea una "
fiesta".
El
toro del que he estado más cerca en toda mi vida pesa cuatro mil kilos, mide trece metros y medio, es de color negro zaino y tiene repartidos por el mundo otros noventa compañeros a los que se puede escalar, jugar, dormir, asaltar, circundar, agarrar, convivir, enganchar o trepar. Y están en su hábitat natural, donde deberían de estar todos,
en el campo.