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727. Martes, 21 Marzo, 2006

 
Capítulo Septingentésimo vigésimo séptimo: La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos."(Arturo Graf, 1848-1913, escritor y poeta italiano)

Hay preguntas de esas tópicas que uno nunca entiende por qué la gente no contesta con lógica. Por ejemplo ¿qué te llevarías a una isla desierta?, pues está claro: un barco; O esa otra de ¿qué tres deseos le pedirías a un genio? Pues, lógicamente, con uno que dijera que a partir de entonces se cumplieran todos los demás, digo yo que estaría más que solucionado, (y todavía sobraban dos).

Ocurre igual con eso de ¿cantidad o calidad?, sin pensarlo mucho la contestación es clara: las dos cosas. Y que nadie diga que eso es imposible, la calidad se puede aprender y en cuanto a la "cantidad" aquí va un método que usan los hindúes para conseguir un pene más largo y pinturero, método que según todos sus libros (y ¡ojo!, estamos hablando de "libros sagrados" no de baratos manuales de autoayuda) es completamente infalible con sólo en dos pasos y una parte final:

- Paso primero: restriéguese el miembro con las púas de ciertos insectos que viven en los árboles.

- Paso segundo: úntese con aceite diez noches seguidas.

Transcurrido este tiempo hay que repetir el paso primero y el segundo hasta conseguir el tamaño deseado. Una vez alcanzado, el individuo en cuestión ha de colocarse boca abajo e introducir el miembro a través de un agujero previamente cavado en su casa.

Y a disfrutarlo todos. ¿Fácil no? Pues venga, manos a la obra