-   


  

  419 Lunes 25 Octubre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo decimonoveno: Si no paga el gas, se lo cortan; si no paga la luz, se la cortan; si no paga el agua, se la cortan; si usted compra huevos, páguelos. (Jaime, H., 47 años, publicitario)

Hay refranes que se comprenden de golpe.

La última vez que fui al reconocimiento médico del trabajo, (voluntario claro, que si fuera obligatorio no iría nadie y protestaríamos todos), entendí, mucho más a lo bruto de lo que hubiera querido, ese de "a buen hambre no hay pan duro".

Ocho de la mañana, esperando el análisis de sangre, en ayunas alguien que está acostumbrado a que el desayuno sea casi su única comida del día. Sala de espera, hojeo una revista, titular: "la reina de la cocina cumple cien años: la hamburguesa".

Salivando a toda parótida incluso después de haber leído todo lo leíble sobre ese documental que cuenta lo mala malísima que es la comida del Mc Donals

En Pensilvania (EE.UU., claro) existe un pub llamado "Denny´s Beer Barrel", que desde 1998 ofrece en su carta una hamburguesa de casi tres kilos de peso: la "Ye Olde".

Lleva dos tomates, media lechuga, 12 rebanadas de queso, un tazón de pepinillos, dos cebollas y cantidades industriales de mayonesa, ketchup y mostaza.

En esos momentos me hubiera comido un par de ellas, algo que tiene más merito si consideramos que, primero, ningún cliente ha podido terminársela nunca y segundo, y sobre todo, que no me gustan las hamburguesas.