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  068. Martes, 4 Marzo, 2003

Capítulo Sexagésimo octavo: Cuando dicen ¿eres de la otra acera?, ¿desde que acera me lo estarán preguntando?

Acabo de ver una camiseta que decía “quiero ser portada del diezmi”, ya somos dos, yo aunque no tenga una camiseta de esas, también tengo un sueño por cumplir: ser portada del “diezminutos”, o del “hola” o del “lecturas”, o hasta del “pronto”, que para eso es “la-revista-más-vendida-de-españa”. Tampoco voy a ser exigente la primera vez.

Uno de esos franceses con largo apellido aristocrático, decía que si se debe de amar al prójimo como a uno mismo, es por lo menos tan justo amarse a sí mismo como al prójimo. Esto traducido a uno que solo ha salido en los ecos de sociedad del periódico de su pueblo y eso porque el fotógrafo era el novio de la cuñada del hermano, pues suena cuanto menos injusto, tenemos el mismo derecho los demás a salir enseñando la casa en el “pronto” como, por lo menos, cualquiera de esas que le reclaman cuarto y mitad de ADN al famoso de turno.

De todas formas hoy tengo cosas más graves de las que preocuparme, me ha salido un “padrasto” en el dedo índice, me cuenta el listo de turno que salen porque queda saliva cuando me chupo el dedo, ¡vete a saber cuando me he chupado el dedo!, además si es por eso a todo el mundo le tendrían que salir y yo nunca veo que nadie se queje de eso; La gente te dice que tiene gripe, que le aprieta el zapato, incluso de que se ha cortado con un cuchillo partiendo jamón, pero nadie se queja de un “padrasto”

Porque duele, y duele mucho, además se está empezando a poner colorado y creo que tiene el proyecto de hincharse, ¿podré coger la baja si se me queda la mano inútil?, es una oportunidad, al fin y al cabo la de contabilidad lleva cuatro meses de baja por una depresión diciendo que no puede concentrase, lo mismo que me pasa a mi, que solo puedo pensar en como acabará mi dedo y no puedo concentrarme en nada más.