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  037. Lunes, 20 Enero, 2003

Capítulo Trigésimo séptimo: ¿Serán los sexólogos los mejores amantes del mundo?

Tengo un amigo completamente calvo al que todo el mundo llama el “melenas”. Es completamente calvo de la peor manera de la que se puede ser calvo, de las que los expertos denominan “calvo península” porqué esta rodeado de calvicie por todos los sitios menos por una, por desgracia todavía y creo que hasta que se muera, tiene pelo por detrás y a los lados, la forma más cruel y antilujuriosa de ser calvo.

Y es que los calvos completos, es decir los “calvos islas” rodeados de calvicie por todas las partes, aun tienen el gancho de asociarse a juegos sexuales de cadenas, piercings y otros “utensilios” más o menos morbosos que tienen su público, incluso esos “calvos archipiélagos” salpicados de penachos de pelos entre zonas completamente peladas repartidas por toda la cabeza, tienen su “aquel” aunque solo sea por la curiosidad de poder despeinar esas verdaderas obras de arte en que convierten su cabeza con la único destino de disimular lo máximo posible.

Pero a mi amigo solo le quedan dos opciones, o se rapa la cabeza para acercarse al “calvo isla” o se deja crecer el pelo que le quede para intentar convertirse en un “calvo archipielago”. No tiene muchas opciones, o se convierte en proyecto de camionero sadomasoquista o acaba como el anasagasti y su ensaimada capilar.. el pobre no lo tiene muy fácil.