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  Jueves, 28 noviembre, 2002

Nadie domina mejor el lenguaje que quien mantiene la boca cerrada

Ayer tuvimos una reunión para , según la convocatoria, “valorar los puestos de trabajo”, los psicólogos que lo invaden todo; Son los nuevos sastres del cuento aquel donde nadie se atrevía a decirle al emperador que no llevaba traje después de que ellos se encargaran de vender que solo los listos y modernos podían verlo.

No es la primera vez que nos cazan, suele pasar un par de veces al año cuando algún amigo de quien decide estas cosas crea un programa informático repleto de gráficos naif y casillas que uno debe marcar como si de ello dependiera el futuro de la humanidad.

Aunque todos sabemos que ni tan siquiera lo leen, siempre tragamos sin rechistar la hora y media larga de explicaciones sobre lo importante que es pensar cada respuesta y como hacerlo correctamente; En la práctica simplemente hay que poner crucecitas en unas casillas pero no sería politicamente correcto si no se adornara todo con “gestiones globales”, “establecimiento de directrices” y otras frases comodín sacadas de “como hablar cuatro horas sin decir nada”

De todas formas hay que reconocer que queda bien, nos hace sentir modernos y además ampliamos el vocabulario técnico y eso siempre es bueno para moverse por la vida; Además esta vez ha sido la reunión a la que más gente ha asistido y estoy completamente seguro de que no tenía nada que ver con que fuera la primera a la que asistía la flamante nueva subdirectora, ascendida desde las tareas administrativas por un romántico calentón con el jefe que todavía dura.

Es el amor que rompe barreras.