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3273. Martes, 20 marzo, 2018

 
Capítulo Tresmilésimo ducentésimo septuagésimo tercero: El que tiene tienda que la atienda, y si no que la venda” (Refrán castellano).

La cosa empezó cuando Eva se comió la manzana. Y mira que Dios lo dejó claro: que la manzana no, que de lo demás lo que quieras, pero la manzana ni tocarla. A partir de ahí vino el resto, incluido el ganaras el pan con el sudor de tu frente. Eso sí, en cuestión de los repartos no todos se ganan el pan igual.

Hay laboratorios en los que sujetos con buena salud, mezclados con pacientes que padecen distintas enfermedades, se presentan regularmente para comer alimentos flatulentos, comprometiéndose a recoger las muestras de sus pedos en tubos de ensayo de plástico que se meten por el culo para atrapar el aire que expulsan. Después de cada ventosidad esos tubos son recogidos por expertos en el tema que los abren, los aspiran profundamente uno por uno y anotan los resultados. Nada de mascarillas, nada de filtros, todo apelo para investigar, entre otras cosas, si se puede establecer -o al menos reconocer- mediante este método síntomas de enfermedades graves.

En estos casos decir eso tan socorrido de todo sea por la ciencia, cuesta un poco, sí.