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3178. Jueves, 19 octubre, 2017

 
Capítulo Tresmilésimo centésimo septuagésimo octavo: "La sinceridad es el pasaporte de la mala educación”. (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952; escritor español).

Hay muchas señales que indican que uno está madurando. Lo notas, por ejemplo, cuando te das cuenta de que empiezas a emborracharte con motivo, (a partir de cierta edad además de bebértelo empiezas a hablar de él) o que, aunque sigues haciendo el tonto delante del espejo, antes te aseguras bien de que no hay nadie viéndote.

La edad ayuda, pero no es imprescindible. Al fin y al cabo lo llaman madurar cuando en el fondo quieren decir perder la pasión por las cosas. La fruta cae tras mucho madurar. Las personas maduran tras mucho caer. Y de todo se aprende.

Eso sí, hay que tener cuidado, porque cuando hemos madurado siempre queda el peligro de que venga un señor con gorra y te meta en un cesto. Y eso no puede ser bueno.

Por cierto, yo sí quiero madurar, pero es que los del pixar no para de sacar películas chulísimas.