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3113. Martes, 20 junio, 2017

 
Capítulo Tresmilésimo centésimo decimotercero: “Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito”. (Tito Livio, 59 - 64 a.C.; historiador romano).

Lejos de murmullos y cotilleos, de las fotocopiadoras y de los canturreos del de recursoshumanos que usa la mesa de tambor y sus dedos de palillos para aporrearlo, hay un lugar mágico donde todo se hace según tus caprichos (salvo estreñidos crónicos) y nadie puede juzgarte por ello. Un refugio en el que los pensamientos son capaces de relajarse hasta que sin esfuerzo se te abre el quintochacra (entre otras cosas). Un refugio en el que (casi) nadie te molesta, que lo mismo ofrece concentración para una partida rápida del candycrush, que para meditar sobre la parafernalia cognitiva del cambiante mundo del intestino inflamado.

Dios salve al santuario del retrete laboral. Por siempre jamás.