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3121. Viernes, 30 junio, 2017

 
Capítulo Tresmilésimo centésimo vigésimo primero: “Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes". (Abraham Lincoln, 1808-1865; político estadounidense).

Hoy hay infinidad de modelos con precios de lo más variados: baratas, de vinilo; con un precio medio, de látex; o ya de lujo, pero lujo lujo, y muy caras, realizadas de silicona antialérgica. Pero la idea hay que agradecérsela a alto cargo nazi (eran viciosos ellos) llamado Hilmer, quien encargó al Museo de Higiene de Dresden en 1941 la que es considerada la primera muñeca del placer como tal, y a la que bautizaron como Model Borghild.

De todas formas tampoco fue tan inventor él, hacía (muuuuchos) años que los marineros usaban en sus largas travesías las llamadas "dama de viaje", muñecas hechas de tela y destinadas a sacarles de un apuro momentáneo (o varios), que viciosos ingeniosos ha habido de toda la vida.