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3088. Martes, 16 mayo, 2017

 
Capítulo Tresmilésimo octogésimo octavo: “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos” (Martin Luther King, 1929 – 1968; pastor de la iglesia bautista estadounidense)

En cuestión de libros, sobre todo en el mundo digital, a la gente nos gustan los conceptos fáciles de captar pero que vayan acompañados de una buena historia.

Algo así como Los baños públicos y yo. La historia viva de los retretes. Sería curioso pasarse una o dos veces al mes por aseos públicos y grabarlos en vídeo, hablar sobre ellos, su historia, sus instalaciones (con sus correspondientes estrellas –o su icono equivalente- en plan michelín y todo), los famosos que pueden haberlo usado, entrevistar a esos viejecitos perennes -mitad prostáticos mitad mirones- que siempre forman parte de su paisaje, describir detalladamente sus aromas tan cambiantes según las horas del día, los innumerables sonidos que se solapan y se entremezclan (escuchar la sinfonía tras la llegada de un autobús del imserso en un bar de carretera es impagable), hablar sobre la abismal diferencia que existe en unos y en otros en cuestión de rollos de papeldeculo..

¡Son tantas cosas (y tan poco tiempo) de las que se podría hablar en el inabarcable mundo de los retretes públicos! Y sobre todo no acabaría con el fueron felices y comieron perdices, que ya aburre hasta a la ovejas.