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3016. Jueves, 19 enero 2017

 
Capítulo Tresmilésimo decimosexto: “-¿Qué tal el puente? - Bien, al final no me tiré”.

Hay mentiras universales que todos hemos usado para justificar algo. El "no puedo estoy malo" nos ha sacado a todos de más de un apuro. Los conductores son adictos al "pero si no llevo aparcado ni dos minutos". Un "te queda genial" acompañado de la correspondiente cara de póker siempre resulta útil. Igual que soltar, mientras tratas de disimular las muecas de asco, un "pero qué rico te ha quedado". Quien más y quien menos ha justificado su torpeza con "pues es la primera vez que me pasa esto". Y que levante la mano el que no diga continuamente "estoy en un minuto" aunque todavía te falten dos horas de chapaypintura.

Sin embargo, la frase más habitual de justificación de la raza humana es el "yo no he sido"... cuando todos saben que el olor sospechoso que apesta alrededor es culpa tuya. Por más que te empeñes, encima, en jurar que si hubieras sido tú lo reconocerías sin ningún problema.