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2970. Jueves, 27 octubre, 2016

 
Capítulo Dosmilésimo noningentésimo septuagésimo: “El joven si supiera, el viejo si pudiera”. (Refrán vasco).

Con permiso de Depardieu (que probablemente sea la persona que más litros de destilados se ha metido en el cuerpo) venimos de la generación que -antes de cumplir los dieciocho- ha bebido más que ninguna otra de la historia de la humanidad. Porque aunque los yogurines de ahora sigan pensando como Homer que el alcohol es la causa y solución de todos los problemas, hay que reconocer que, para el bebercio, lo tienen algo (solo algo) más difícil.

Volvamos atrás en el tiempo, hasta aquellos dulces dieciséis. Ya eras un chico o una chica mayor, querías hacerte el chulo, o la chula, delante del shorbito, o shorbita de turno; mirabas al camarero (antes de que se llamasen barman o barwoman) y le decías poniendo voz de mayor: 43 con chocolate, tío. El mejor cóctel de la historia !Y qué bueno estaba!

Cualquier tiempo pasado fue anterior. Por cierto, los que en vez de chocolate pedían cacaolat eran unas nenazas. O nenazos.