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2759. Martes, 3 noviembre, 2015

 
Capítulo Dosmilésimo septingentésimo quincuagésimo noveno: “Desprecia la literatura en la que los autores delatan todas sus intimidades y las de sus amigos. La persona que pierde su intimidad, lo pierde todo". (Milan Kundera, 1929; escritor checo).

Vas paseando y te encuentras una cámara que te enfoca, normal, las hay a cienes, pero si además esa cámara por lo que sea se acompaña de una pantalla de televisión que retransmite instantáneamente aquello que está grabando (algo habitual en cualquier centro comercial) se nos activa un mecanismo ancestral del que es imposible escapar.

Primero necesitamos cerciorarnos de que ese individuo que sale ahí por la tele somos de verdad nosotros mismos. Te quedas muy quieto mirando la pantalla fijamente, miras, remiras y en un acto casi reflejo lanzas un rápido movimiento al aire con la mano y al ver que el tío que sale en la pantalla mueva la mano al mismo tiempo es cuando decimos.. ¡ah pues sí, sí soy yo! Tantos millones de años de evolución para llegar a esto. El siguiente paso después de estar seguros que somos nosotros los que salimos por la pantalla es ponernos a hacer gilipolleces a la misma cámara; nos da por saludar, ponemos caras, mandamos besitos, sacamos la lengua como posesos, hacemos gestos lúbricos, y si tenemos un día apañado hasta nos atrevemos con un calvo .

A ver, que las cosas ya no son como antes, igual no somos conscientes pero esas imágenes las ha de ver alguien más pronto o más tarde, que antes o después algún segurata o segurato revisará esas cintas y aparte de escapársele alguna sonrisilla por ver los culos pensará, esto va de cabeza al youtube y de ahí a que te vea todo el mundo enseñando el culo es cuestión de días.

El asunto es que por alguna curiosa ley que aparece en letras miniminusculas al lado de la cámara que te grabó, tú mismo das tu consentimiento para eso. Y hasta ahí bien. Pero ¿quién te dice que tu calvo no se hace viral de esos y el segurata o segurato se acaba haciendo rico gracias al culo ajeno, cuando tú, que eres el dueño y señor de tu culo no vas a cobrar un duro?