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2721. Miércoles, 9 septiembre, 2015

 
Capítulo Dosmilésimo septingentésimo vigésimo primero: “Mi memoria es magnífica para olvidar”. (Robert L. Stevenson; 1850-1894, escritor británico).

Las series americanas son irreales. Las españolas, en cambio, son mucho más verosímiles.

La observación no es de ahora. Ya me había dado cuenta cuando veía Friends. En ella había dos cosas que me chirriaban continuamente. Una, que en los grupos de amigos, antes o después, todos acaban liándose con todos. Y otra, que resulta que vivían en Nueva York, una ciudad de las más inseguras del mundo, y sin embargo esta peña tenía las puertas de su casa abiertas todo el día y nunca les pasó nada.

Y por si esto no fuera poco luego llegó House. La puntilla. A ver, ¿qué puede ser más real: un house americano diagnosticando lupus, o un médico de familia de andar por casa, tan entrañable y tal, que, como no podía ser de otra manera, estaba protagonizada por un payaso?

No lo podían haber elegido mejor. Así, dándole verosimilitud al argumento.