Capítulo Dosmilésimo sexcentésimo sexagésimo segundo: “Aquí nunca habrá un ataque zombie. Si nos cuesta levantarnos de la cama imagínate de la tumba” (Yo mismo).
Según la Academia de la Lengua,
trabajo, aparte de la
acción y efecto de trabajar (¡anda y que se quedaron calvos!) es
realizar una ocupación remunerada. Y ellos saben de esto, que para eso la gente de la
RAE trabaja muy duro, ahí, en sus sillones de cuero, fumando en pipa mientras actualizan un libro que, en teoría, nos enseña a cómo hablar y escribir y cobrando lo que no está escrito.
Es decir, que la definición de
trabajar es hacer algo por lo que luego recibes
pasta. Y aquí es donde nos volvemos a liar porque un autónomo -
esunsuponer- se puede romper los
cuernos haciendo cosas y no solo no cobrar… sino encima
pringar. ¿Quieren decir los señores académicos que
eso no es trabajo? Según ellos está claro que no. En cambio, si uno va por la calle, saca una navaja y atraca a una vieja.. ¿eso es trabajar? Pues sí, porque está remunerada, luego entra en la definición.
Dicen que trabajar dignifica, eso es mentira. Trabajar, básicamente, cansa.