Capítulo Dosmilésimo sexcentésimo vigésimo segundo: "Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra". (Helen Adams Keller, 1880 - 1968; escritora estadounidense).
Que más pronto o más tarde todo acaba siendo una mierda es un hecho irrefutable. Por muy bueno, sano o natural que sea algo siempre acabará siendo una mierda. Es el ciclo de la vida.
Plantas, por ejemplo, una semilla de manzano, lo cuidas con todo tu cariño y tal hasta que acaba convertido en un árbol. De ese árbol crece su fruta, la manzana, una fruta a la que todos admiran por ser tan buena, tan sana, tan beneficiosa y
bla, bla, bla..., manzana que te comes y que acaba muriendo en el estómago machacada por los jugos gástricos. ¿Y en que se transforma
eso tan sano? pues en mierda, una mierda que acabarás evacuando a través de tu
asterisco más íntimo.
Es verdad que los tiempos para ser mierda pueden variar. Por ejemplo, si en vez de llegar la manzana como tal ha entrado a formar parte de alguna macedonia de esas de lata incomibles, se convierte en mierda mucho antes; pero eso solo adelanta el proceso. Al final por muy sano, ecológico y natural que algo sea, encumbrada manzana incluida, todo acaba siendo una mierda.
Un
post de mierda dentro de un
post que habla sobre mierda.