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2559. Lunes, 1 diciembre, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo quingentésimo quincuagésimo noveno: " Deja que tu corazón vaya por delante, que el resto del cuerpo lo seguir a donde quiera que vaya”. (Proverbio belga).

La experiencia de los años nos enseña a ser desconfiados. Los que tenemos una edad hemos comprobado, en demasiadas ocasiones, que un exceso de confianza, a veces, no ha acabado bien. Amigos que resultaron no serlo tanto, compañeros de trabajo que te pisan sin miramientos, familiares que aprovechan tus circunstancias favorables para su beneficio.

Sin embargo, tampoco es plan ahora de ir desconfiando de todo y de todos. La desconfianza crea malestar y frustración, eso sin tener en cuenta que generalizar es de gilipollas. Por eso, para sobrevivir, más que la desconfianza deberíamos usar la prudencia, que no es más que sentido común.

Y por experiencia y sentido común, boicot añadido a las cremas rejuvenecedoras. Un verdadero timo. Haz la prueba, póntela, mírate cinco minutos en el espejo y notarás que no sólo no has rejuvenecido… sino que has envejecido cinco minutos.