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2545. Martes, 11 noviembre, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo quingentésimo cuadragésimo quinto: “Las heridas se cosen con la agujas del reloj". (Proverbio bretón).

Cosas que nunca hay que hacer en una reunión: intentar pasar desapercibido. Uno llega, y por un impulso natural intenta quedarse lo más cerca de la puerta, pegado a la pared. Pero por alguna ley cósmica -de esas que gobiernan el universo-, te pegas tanto que, sin querer, apagas las luces con el culo. Todo el mundo protestará, serás el centro de atención, y te miraran de la misma forma asesina que lo hicieron cuando, por intentar ser amable tú, le dijiste al de administración y a la de contabilidad -que todos los días desaparecían a media mañana un buen rato-, aquello de - "¿Vais a tomar algo? !Pues qué bien! Me voy con vosotros".