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2521. Martes, 7 octubre, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo quingentésimo vigésimo primero: "Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y se fusionan -Voltaire-". (François Marie Arouet -Voltaire-, 1694 – 1778; escritor francés).

He visto cómo ponían las primeras luces -en un carrefour de Alcobendas mismamente- por lo que hay que empezar a mentalizarse. Las navidades están encima, y con ellas:

Las comidas/cenas con los del trabajo deseándoles a todos feliz año nuevo cuando, de verdad, lo que te apetece es decirles que son unos gilipollas integrales. Comer. Tocar la zambomba. Ponerle adornos a un pobre árbol hasta que se parezca al hermano hortera de la burbujafreixenet. Los niños de San Ildefonso, las voces de los niños de San Ildefonso, el traje de los niños de San Ildefonso, todos los niños de San Ildefonso. Discutir sobre la eterna cuestión: ¿la nochebuena con tus padre o con los míos? Comer. Las lucecitas. Jugar al amigo invisible con los cuernos (los de reno de papanoel) puestos (no hace falta ser Jessica Fletcher para averiguar qué te han tocado). Comer. El espumillón. Aguantar las broncas familiares alrededor de los langostinos después de la primera copa. Más espumillón. Criticar el maquillaje de Baltasar. Y más espumillón. Padecer el mensaje del Rey. Comer. Sonreír continuamente, (las cámaras digitales son los mayores aliados de las arrugas de expresión). Comer. El ruido de los petardos, el humo de los petardos, los restos de los petardos, todos los petardos. Curarse los chichones producidos por los caramelos que tiran en la cabalgata (a dar, tiran a dar). Sufrir el concierto de Año Nuevo después de una sesión de villancicos (con unas letras capaces de hacer profundo el aserejé). Añusgarse con las condenada uvas. Gastar la (escasa, muy escasa, ridícula) paga extra en regalos para los demás mientras a uno siempre le regalan la misma colonia ".. eres difícil… Como no fumas..." Comer. Suma y sigue.

¡Ah! Y además, comer.