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2424. Martes, 8 abril, 2014

 
Capítulo Dosmilésimo cuadringentésimo vigésimo cuarto: “El apodo del padre de mi novia es el pollo, entonces su mujer es la polla, y yo soy el novio de la hija menor, así que en mi pueblo soy Alex el de la polla pequeña. (Alex Clavero, guionista español)

Ni cantantes que tienen que enseñar lo que sea para vender algún disco, ni escritores de libros de autoayuda con un vida de pena, ni tan siquiera actores con el doble de divorcios que de oscares... Las verdaderas estrellas de hoy en día, los únicos que pueden formar largas colas cuando quieren firmar alguno de sus productos son, hoy por hoy, los dueños de los laboratorios farmacéuticos.

Visto la cantidad de fans (pero fans, fans, así, en plural) que existen de lo que fabrican, el día que a alguno le dé por organizar un firma de sus envases en el corteinglés, los miles de forofos en busca de su orfidal, su lexatin o su tranxilium, agolpados, acaban en avalancha.

Se mascaría la tragedia. Fijo.