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2354. Lunes, 16 diciembre, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo tricentésimo quincuagésimo cuarto: "Todos los seres humanos tienen tres vidas: una pública, una privada y una secreta". (Gabriel García Márquez, 1927, escritor colombiano).

- Levántese. Esto no funciona.
Me incorporé casi fastidiado. Dije:
- ¿Qué pasa?
No me contestaron. Farfullaban entre sí y hurgaban torpemente en el cuadro de mandos.
- ¿Tiene alguien un cigarro?- dije, por decir algo.
El de la tira al cuello, solícito, me ofreció un paquete. Fumé lentamente. Uno de los del cuadro soltó un juramento.
-¿Te ha dado? preguntó el más grueso.
El otro se paseaba soltando improperios chupándose un dedo con fruición. Me acerqué como distraído. Al cuadro se le habían "ido los fusibles". Siempre he sido muy manitas. En casa nunca entró ningún experto en estas cosas !Chapuceros!
- Se le han ido los fusibles - dije, por fastidiarles, dogmáticamente-. Todos se me quedaron mirando.
- Si quieren y me dejan puedo repararlo.
Se miraron muy extrañados entre sí. El del pelo blanco dijo:
- Sería demasiado. Llamen a un técnico. Sera mañana.

Hoy espero, una vez más, el chirriar de la puerta, la cara compungida del cura, etcétera. Suponiendo que el electricista no sea un chapuza y haya sabido colocar los fusibles al cuadro (400 voltios de continua) de la silla eléctrica.