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2341. Martes, 26 noviembre, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo tricentésimo cuadragésimo primero: " Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino (Proverbio chino)

Quizá el puercoespín macho norteamericano (Erethizon dorsatum) no sea el animal más abrazable, pero puede que sí el más paciente. Resulta que las hembras de la especie –habitante de zonas boscosas en Canadá, Alaska y el oeste de Estados Unidos- sólo están listas para aparearse un tiempo máximo de 8 a 12 horas al año, lo que ocurre de modo espontáneo y por lo general durante el invierno. Debido a las afiladas púas, el macho no puede obligarlas; tiene que buscar una "chica" receptiva para no salir lastimado.

Cuando encuentra una posible candidata, realiza un cortejo en el que intervienen vocalizaciones y "danzas". También llegan a presentarse disputas con otros machos por el privilegio de la cópula. Luego de "bailar", él se acerca a la fémina con su miembro erecto para rociarla con chorros de orina a alta presión, que pueden ser lanzadas desde metro y medio de distancia. Si ante tal muestra de afecto ella queda impresionada, se parará en dos patas y exhibirá su área genital, la cual está libre de espinas. En cambio, si no se halla de humor, se sacudirá y se alejará.

Y luego nos quejamos lo mal que están las cosas para los de nuestra especie... anda que si comparamos..