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2332. Miércoles, 13 noviembre, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo tricentésimo trigésimo segundo: " No hay mejor salsa que el hambre” (Refrán castellano)

Atesoro papadilla y mofletes, pero oye qué guapo estoy. Como os lo cuento. De muslos, brazos, tripa, cintura y culo no os puedo hablar porque mientras me miro al espejo pienso en la rebanada de mantequilla con pan (por orden de ingredientes) que me voy a meter poco después, y eso me despista.

Claro que, la primera en la frente. ¡Zas en toda la boca! Una talla más. Aunque bien mirado, serenidad: más de algo es bueno, ¿no? ¡Qué bien! Hay que afrontarlo con optimismo. Además, no es tiempo para sentimentalismos calóricos. Ya están en los superdelbarrio todos los turronesmazapanespolvorones del mundo (cienes y cienes de gramos, a 590 calorías los cien gramos... dieciochomiltrescientascuarentaycinco calorias, plas, plas, plas, plas, plas), algo que, me cuentan, no es eficaz, ni tiene efecto drenante, ni mucho menos adelgazante.

Ganas de preocuparse por lo que no tiene remedio... o el que no se conforma es porque no quiere.