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2208. Martes, 16 abril, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo ducentésimo octavo: “Cada vez que un hombre ríe, añade un par de días a su vida" (Curzio Malaparte, 1898-1957, escritor italiano)

No puedo más, lo confieso: estoy enganchado a la teletienda. No a todo lo que en ella aparece, claro. No me convencen, por ejemplo, los surrealista e interminables anuncios de las fajas saunas capaces de remodelar la silueta en menos de tres minutos aunque te comas tres latas de fabada con mantequilla para desayunar y uses el biomanan de postre, ni tampoco le encuentro yo mucha utilidad a la crema de babas de caracol, por más que te deje las patas de gallo como el culo de un niño.. pero estoy enganchado al que considero el más moderno, practico y útil aparato que algún brillante inventor, sin duda un verdadero genio de la vagancia, ideo para los que, como yo, doblar la ropa y tortura china siempre fueran palabras de la misma frase.

La voz que describe el aparato mientras una señora hace la demostración práctica es impresionante. Ya sólo su tono te da confianza, una voz así no puede mentir: "Si usted había estado buscando la manera de tener controlados los armarios de su casa, ha llegado el fabuloso doblador de ropa plegafácil. Esta es la solución perfecta para el acomodo de todo tipo de ropa, ya que fácilmente le permitirá tener organizado cualquier armario, el suyo, el de sus hijos, etc. Lo puede utilizar con ropa de mangas, con camisetas, con sacos, pantalones, gabardinas...con todo!! Tener su casa organizada se volverá mucho más fácil!!! ¡Es muy fácil, sólo necesita acomodar la ropa encima del doblador de ropa plegafácil y lo demás será cuestión de 5 segundos....Así de fácil!".


¡Sólo en 5 segundos toda la casa organizada! ¡En 5 segundos! Aún menos de lo que tardó en tirarla encima de la cama. ¿Quién dice ahora que los milagros no existen?