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2183. Jueves, 28 febrero, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo centésimo octogésimo tercero: “El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea dueño del mundo. Nada le bastará a aquel que no tiene bastante con poco.” (Epicuro, 341 a.C. – 269 a.C. filósofo griego)

Ahora que estamos en las épocas de los grandes descuentos y de las segundas rebajas bajas de cosas majas, nosotros pedimos a quienes corresponda que -además de disminuir el precio de las bragasfaja: ¡cuánto daño han hecho los tangas a una producción tan nuestra como al de las bragasfaja!, se rebajen también, si es posible, los siguientes hechos, personas, animales y cosas:

- La duración del horario laboral: bastaría con repartir el trabajo para que trabajaran más personas.
- La edad media de los jefes.
- El monóxido de carbono que respiramos.
- La grasa abdominal innecesaria.
- Los senos de las señoras que lo deseen.
- Las macrocélulas neoplásicas.
- Los beneficios que obtienen las compañías multinacionales y algunas multilocales.
- Los anuncios de la televisión.
- Los triunfalismos en general y los discursos vacíos y retóricos en particular.
- El número de parados.
- Las promesas que no se piensan cumplir.
- Los autobombos y aplausos prolongados y adherentes
- Las suspensiones de pago, los eres y los despidos en general.
- La dureza del rostro de cuantos todos sabemos y que por falta de espacio no podemos especificar.

Lo pedimos con los debidos respetos seguros de que estas grandes rebajas (salvo, si acaso, lo de la edad media de los jefes –la gerontofilia es una manía como otra cualquiera- sí tendrían un éxito clamoroso de público y crítica, fomentando la economía, el consumo y salir así más rápidamente de la crisis..