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2162. Miércoles, 30 enero, 2013

 
Capítulo Dosmilésimo centésimo quincuagésimo quinto: "Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego. (León Tolstói, 1828 - 1910; novelista ruso

Los sibaritas de verdad -los naturales de la ciudad italiana de Síbaris- sólo llegaban a conciliar el sueño si dormían sobre colchones de pétalos de rosas. A tanto llegaba su delicadeza que había un vecino, de nombre Mintríadades, que se quejaba frecuentemente de molestas irritaciones en su piel producidas porque alguno de los pétalos de su colchón estaba arrugado.

Luego voy yo, y se me ocurre pedir un mísero cojín en el que apoyar la cabeza y que me ayude a no estar tan incómodo cada vez que echo (intento echar) una miserable cabezadita (aprovechando los huecos que quedan entre los treinta y tres montones de carpetas que inundan mi mesa), y me preguntan que si estoy hablando en serio.

Se empeñan en vendernos que las condiciones de vida han mejorado con el tiempo. Desde luego no serán las laborales. Cada vez peor. Qué pena, de verdad. Puta crisis.