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2144. Jueves, 20 diciembre, 2012

 
Capítulo Dosmilésimo centésimo cuadragésimo cuarto: "El tacto en la audacia es saber hasta dónde se puede ir demasiado lejos". (Jean Cocteau, 1889 - 1963; novelista francés)

El político de hoy, cuando alcanza el tan deseado punto de madurez económica, precisa, además del sueldo necesario para mantener a familia y añadidos, de unos gastos suplementarios mínimos, llamados de representación. Es decir, un dinero tonto para que su prestigio (el que otorga ser representante de la ciudadanía -antes pueblo-) y su merecido nivel de vida pueda mantenerse.

He aquí algunos conceptos básicos, expresados en cifras anuales, imprescindibles para que un buen político se haga respetar:


Nota al margen: Por una cuestión de imagen a todas las cifras se le ha aplicado un descuento del 85%.