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2058. Lunes, 9 julio, 2012

 
Capítulo Dosmilésimo quincuagésimo octavo: " Nunca llores delante de las personas que no entienden el significado de tus lágrimas. Amar es un arte, pero no todo el mundo es un artista” (Proverbio japonés)

En la condición humana tiene que haber de todo, por eso hay resentidos, envidiosos, frustrados y malvados que necesitan alimentarse cada día de los demás intentando atemorizar, inquietar y amargar la vida a cualquier persona modestamente feliz. Estos desgraciados carroñeros, que viven de hozar (rebuscando como el cerdo con su hocico) en las vidas de los demás, estarán siempre ahí, por la sencilla razón de que su medio natural no es otro que la pocilga.

Sin embargo tengo la impresión de que el ser humano, en general, es un buen tipo. Para llegar a esa conclusión basta fijarse en los detalles: te caes en la acera y enseguida viene alguien a echarte una mano, si te pierdes en una ciudad te orientan amablemente, nadie te escupe si preguntas la hora... Nos gusta ayudar a los demás, nos sentimos bien haciéndolo. Yo creo que la opinión negativa que tenemos de nosotros mismos viene dada porque los medios de comunicación dedican demasiado espacio a los malos, a los que hacen daño. Los buenos somos más, pero salimos mucho menos.

Posiblemente soy un poco optimista para estos tiempos de crisis, pero nadie dice que un optimista no pueda, de vez en cuando al menos, tener razón.