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1893. Miércoles, 5 octubre, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo nonagésimo tercero: "Actuamos como si el lujo y la comodidad fueran lo más importante en la vida, cuando lo único que necesitamos para ser realmente felices es algo por lo cual entusiasmarnos" (Charles Kingsley, 1819 - 1875; novelista inglés)

Ya está próximo a ver la luz el billete que eliminará todas nuestras desdichas. El próximo 10 de octubre de 2011 (los parados -que cobran el día 10- serán los primeros en poder usarlos, pobrecitosmíos) estará en nuestras manos un prodigioso instrumento de bienestar: el billete comodín. Recibiremos uno por mes como pago a nuestro trabajo y podremos rellenar la parte que refleja su valor con arreglo a las necesidades concretas que en ese mes nos acucien.

Se eliminará así el descontento entre (sobre todo) los asalariados (lo siento elpaseante) que estimen bajos sus ingresos; además, al restringirse la gama de billetes a ese único modelo se simplificará la labor de manipulación del papel que llevan a cabo los bancos y se ahorrarían un montón de costes. Hay crisis.

Y como toda innovación encuentra innumerables dificultades, la tirada se va a hacer más sugestiva al permitir que el propio receptor del billete pueda colocar la efigie que más feliz le haga en su própio billete, escribiendo a continuación la cifra que considere justa por su trabajo.