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1865. Lunes, 18 julio, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo sexagésimo quinto: "La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender" (Mestrio Plutarco, 50 120; historiador griego)

Un parado (de larga duración) que estaba tranquilamente sentado en un banco público pensando en sus cosas, fue acusado ayer de intrusismo por un grupo de intelectuales oficiales. Al parecer, la acusación se basa en que el parado (de larga duración) carecía del correspondiente carnet para ejercer públicamente la profesión de pensador y, sobre todo, de no estar al corriente de pago de las cuotas que, obligatoriamente, hay que ingresar trimestralmente en el colegio oficial. El parado (de larga duración) se ha defendido arguyendo que desde hace años sólo piensa tonterías y que jamás ha sido su intención practicar ilegalmente el oficio de nadie.

Los pensadores oficiales no quieres admitir sus razones y argumentan que también ellos sólo piensan tonterías desde hace años, pero eso no es causa suficiente para que cualquier advenedizo, sin carnet expedido por el colegio oficial correspondiente, se crea en el derecho de realizar unas funciones que no le corresponden.

El parado (de larga duración) ha pedido públicamente disculpas y ha prometido que el año próximo comenzará a estudiar los cursos y master necesarios para obtener la titulación de pensador y el diploma que lo acredita. Hasta entonces se la ha obligado a que adopte la expresión bovina adecuada a su situación laboral de pensador no colegiado oficialmente.