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1862. Miércoles, 13 julio, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo sexagésimo segundo: "Quitarle la vida de golpe a un ser humano es un crimen gravísimo. Pero quitársela en cómodos plazos de ocho horas diarias es perfectamente legal y, además, muy lucrativa". (Ernesto P, 56 años, empresario)

El descubrimiento del supositorio se remonta a la más remota antigüedad (todos los grandes hombres se han metido cosas por el culo), sin embargo, no fue hasta hace unos pocos años, gracias a la reducción en su tamaño original (45 centímetros de largo por 15 de ancho) -un tamaño que, extrañamente, algunos consideraban excesivo en relación con el continente que los iba a alojar-, por el que habitualmente conocemos, que el supositorio !por fin! ha logrado el éxito y la aceptación de nuestros días.

Naturalmente todo es mejorable y en ello están. Por eso hoy, “Tantos hombres y tan poco tiempo”, siempre al tanto de las innovaciones científicas más avanzadas, presenta, en rigurosa exclusiva, lo que será, -ya está siendo aunque aún se encuentre en fase experimental-, la lógica evolución del producto, el supositorio del mañana: el supositorio de rosca.



A disfrutarlo.