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1829. Miércoles, 25 mayo, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo vigésimo noveno: “Bienaventurados los que no tienen nada que decir y resisten la tentación de decirlo”. (James Russell Lowell , 1819-1891; poeta estadounidense)

Ya está bien: vamos a prevenirnos del fracaso de todos los años. De este no pasa. Si empezamos ya, tendremos tiempo suficiente para vencer las bromitas reticentes de los compañeros de trabajo, de los vecinos y hasta del señor que pasa por delante y siempre nos mira con gesto de indolencia. Con este ingenioso truco estas vacaciones van a ser distintas. A la vuelta podremos mostrar a los amigos y (sobre todo) a los enemigos el bello souvenir, testimonio de nuestro resistible atractivo. Una incontestable prueba de nuestro triunfo.

Bastará con recortar una foto de carné (actual) y pegarla en el espacio en blanco. Como ejemplo, presentamos dos modelos a convenir según necesidades: el solitario de piscina (1) y el modelo rodriguezdeciudad (2), especial para cabezas gordas.