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1809. Martes, 26 abril, 2011

 
Capítulo Milésimo octingentésimo noveno: "El amor pasa y el matrimonio queda, de modo que lo que hay que hacer son buenos matrimonios". (Proverbio colombiano)

Vuelvo. He tenido que volver. A la fuerza ahorcan. Vistas las ganas me planteo decisiones extremas: pienso declararme en huelga. Y que no me vengan con sermones, es un derecho inalienable del trabajador y cada cual huelga a su manera.

Tenemos, es un decir, a los franceses: en francés hay dos formas de decir huelga, una es "hacer playa" (faire la grève), y otra "dejar de trabajar por culpa del calor" (chômer, que viene del griego "Kauma", "calor tropical"). En inglés, ir a la huelga tiene un sentido más anglosajón, esto es, más realista y pragmático: "golpear", "to strike", justo lo que hace el trabajador que se lanza a la huelga golpeando al patrono donde más le duele, que, después que en cierto sitio (o incluso antes, que se han dado casos), es en el bolsillo. Los italianos no van a la huelga, simplemente se declaran en "des-obra", que, en su idioma, se dice "sciopero", lo que queda más fino, aunque luego vayan a la playa por causa del calor, huelguen y golpeen al patrono.

En español, por eso de que somos más elementales, ir a la huelga quiere decir tres cosas: holgar, esto es "estar de sobra" o bien holgar, esto es "pasarlo bien", o bien "folgar", de donde viene "follar" que también quiere decir pasarlo bien, solo que en compañía. Es más, la primera huelga española de la que se tiene constancia la hizo cierto rey de Castilla cuando prometió que hasta conquistar determinada plaza a los moros, renunciaba a "con la reina folgar", lo que indudablemente condujo a la primera "folga" que se registra en nuestra en este bendito país.

Me declaro oficialmente en huelga en cualquiera de sus tres significados. Cualquiera de las tres cosas me viene bien.