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1756. Martes, 1 febrero, 2011

 
Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo sexto: “La importancia de la pareja no se deriva de que los adultos produzcan niños, sino de que los niños produzcan adultos (Peter De Vries, 1910 - 1993; escritor estadounidense)

Aunque no parece que sea la única, en Garganta la Olla, pueblo de la provincia de Cáceres con un nombre tan curioso como desafortunado (es fácil adivinar que día sí y día también le colocarán una P delante del apellido) hay una familia que se dedica a boicotear a China. Ni que decir tiene que tras semejante decisión actos que antes resultaban sencillos –como comprar unas velas, una calculadora solar, un consolador o un gatoquehaceasíconlamano-, se han convertido en dificilísimos si realmente es condición sine qua non que ningún componente esté fabricado en China.

La madre, cabeza de familia (como todas) y promotora de tan temeraria iniciativa, afirma que le molesta que en este país (España), se pierdan puestos de trabajo por culpa de los precios tirados de los productos del otro país (China). Una verdad digan de Perogrullo, y menos inocente de lo que se pretende. No comprar productos que no contengan ninguna pieza fabricada en China es, sin lugar a dudas, un esfuerzo digno de dioses griegos, y una manea de salir de la monotonía si alguien quiere plantearse gastar adrenalina proponiéndose uno de esos retos que, como todos sabemos, son imposibles de superar.