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1743. Jueves, 13 enero, 2011

 
Capítulo Milésimo septingentésimo cuadragésimo tercero: “Siempre se dice aquello que uno necesita decir, y que no entenderá el otro; el hablar es cosa destinada a uno mismo” (Marcel Proust, 1871-1922; escritor francés)

Rebajas bajas de cosas majas. Te tientan. Engrasas lavisa y te vas de compras. ¿Por qué se empeñan en decir cuesta de enero si cuando pasan lo de la tarjeta de crédito es en febrero?.. Ése sí que es un mes con más cuesta que la cara norte del Everest.

La primera en la frente. ¡Zas en toda la boca! Una talla más. Aunque bien mirado, serenidad: más de algo es bueno, ¿no? ¡Qué bien! Hay que afrontarlo con optimismo. Arrepentirse de haberse comido todos los turronesmazapanespolvorones del mundo (cienes y cienes de gramos, a 590 calorias los cien gramos... dieciochomiltrescientascuarentaycinco calorias, plas, plas, plas, plas, plas) no es eficaz, ni tiene efecto drenante, ni mucho menos adelgazante. El sentimiento de culpa no es un quemagrasas. Ganas de preocuparse por lo que no tiene remedio...

O el que no se conforma es porque no quiere.