Caapítulo Milésimo septingentésimo quinto: El mundo da asco; todo el mundo va a lo suyo, menos yo... que voy a lo mío" (Andrés Rábago, "El Roto", 1947; humorista gráfico español) Cuando son casi imperceptibles se conocen como
picaduras de mosquitos. A partir de ahí, y según van aumentando de tamaño, dominan los nombres de frutas; si son como pelotas de
pinpón se conocen como
ciruelas; si siguen pequeñas pero mirando a los sobacos:
limoneras; un poco más grandes son las
naranjeras (y su variante cuando se han venido abajo: las
pepineras); gordas y bamboleantes:
meloneras; y si han pasado por
siliconvalley,
sandieras.
Las de forma de cúpula se llaman
vaticaneras; un poco más llenas pero separadas,
boniateras; si miran para arriba,
pitoneras; y si siguen firmes pero más rectas se conocen como
conos de carretera. Las caídas se denominan de
cabra y, si estas pasan del ombligo,
tobilleras. Con estrias se denominan de
higo pajero. Las hay
bizcas y
estrábicas según estén colocadas, y de
pan inglés cuando son planas. Las pendulotas y cuadradas se conocen como
bolsas de agua caliente; si están un poco más desinchadas se denominan
de sobre acolchado, y si les ocurre justo lo contrario,
alforjeras.
Así hasta el infinito y más allá, porque, como cada culo o cada opinión, cada par de tetas (mujeriles) son un mundo.
Desde esta tarde y hasta el lunes espero andar de turismo por Polonia. Hasta el martes pues.