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1457. Martes, 8 septiembre, 2009

 
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo séptimo: "A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear" (Marcel Proust, 1871-1922; escritor francés)

Entre viaje y viaje del imserso, se está extendiendo entre las jubiladas una extraña obsesión por asistir a cursos gratuitos de gimnasia de esos que organizan los ayuntamientos. Está bien, dicen que las ventajas de hacer deporte son muchas (o eso me han contado.. que en ciertos temas solo puedo hablar de oídas) pero lo que no acabo de entender es la manía que tienen de ponerles a estos cursos la coletilla “de mantenimiento”. A ver, ¿mantenimiento de qué? Visto el percal de las clientas y/o usuarias, estilismos aparte, ¿qué pretenden poniéndole semejante apellido? Cualquiera que llegue y vea lo voluminosas que está la mayoría de la clientela sacará la misma conclusión: cursos de gimnasia para mantenerse qué... ¿gordas?

No se yo si así se fomenta el deporte, no sé yo.