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1226. Miércoles, 6 agosto, 2008

 
Capítulo Milésimo ducentésimo vigésimo sexto: “Los políticos son como los cines de barrio: primero te hacen entrar y después te cambian el programa” (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952, escritor español)

Un verano de ideas prácticas selección oro. Hoy: cómo adelgazar sin volver a coger nunca más los kilos que te eliminen. Garantizado.

Siempre la grasa, siempre la grasa. A la hora de reducir peso por métodos quirúrgicos parece que sólo se puede quitar grasa. Pues hay alternativas. Haciendo un rápido repaso, podemos ver que un hombre -pongamos de unos 80 kilos-, tiene otras muchas cosas bastante más pesadas que sus grasas, y con una ventaja añadida sobre ellas: lo que te extirpen, extirpado quedará.
- Sangre, agua y sistema linfático: 46 kilos.
- Huesos: 9,5 kilos.
- Cerebro: 1,2 kilos.
- Corazón: 330 gramos.
- Otros músculos (del estómago a los bíceps): 23,6 kilos.
- Paredes arteriales y carótidas: 20 miligramos.
- Riñones: 240 gramos.
- Hígado: 1,5 kilos.
- Pulmones: 820 gramos.
- Páncreas: 90 gramos.
- Próstata: entre 20 y 28 gramos.
- Piel: 5,5 kilos.
- Bazo: 150 gramos.
- Médula espinal: 30 gramos.
- Testículos: 55 gramos.
- Cabeza: 4,5 kilos.
- Cuello: 900 gramos.
- Torso: 29 kilos.
- Pelvis: 11 kilos.
- Brazos: 7 kilos.
- Manos: 1,36 kilos.
- Piernas: 26 kilos.
- Pies: 2,6 kilos.
Es verdad que algunos sólo podrían perder unos cuantos gramos a costa de su bazo (un órgano inútil en la mayoría de los casos) pero hay que reconocer que otros bien podrían quitarse bastante más si prescindieran de, por ejemplo, su cerebro o sus testículos. Al fin y al cabo, y visto el escaso uso que suelen hacer algunos de ellos, tampoco se les iba a notar mucho.