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1136. Martes, 26 febrero, 2008

 
Capítulo Milésimo centésimo trigésimo sexto: "Puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo si la publicidad es buena y el presupuesto lo suficientemente grande" (Joseph E. Levine, 1905-1987; productor estadounidense)

Mucho se ha hablado de los efectos perniciosos de la sangre menstrual -con la documentación que existe sobre la nocividad que desprenden las mujeres menstruantes se pueden escribir varios libros- pero muy poco se ha dicho sobre sus beneficios. Hoy, en peluche práctico, algunas de las ideas que se practican por el mundo para aprovechar esos días y sus secreciones. Hoy, en peluche práctico: sáquele partido a sus reglas. Reutilice su sangre menstrual.

Es costumbre en algunos países asiáticos como Birmania, recurrir a las mujeres menstruantes cada vez que una plaga de insectos ataca las cosechas. El mecanismo es simple, los campesinos piensan que la sangre menstrual tiene poderes terribles y sólo con su olor es capaz de contaminar el aire, por eso, cada vez que hay una plaga, contratan a mujeres que estén menstruando para que se paseen sobre los campos con sus genitales desnudos. Suficiente para que los insectos, ante aquel terrible olor, mueran o se alejen.

En algunas partes de Sicilia aún se usa el agua de la higiene íntima de las menstruantes para humedecer los troncos de los árboles y que así éstos no sean atacados por las orugas. Una buen fuente de ingresos, sobre todo para las más limpias.

En Baviera los campesinos entregan a las vírgenes menstruantes pañuelos de encaje para que los impregnen con su sangre menstrual ya que los consideran poderosos amuletos capaces de evitar a quien los lleva accidentes o heridas con hemorragias. Llegan a pagar cantidades importantes por conseguirlos. Al tener que ser de vírgenes, el precio sube. Cuestión de oferta y demanda.

En Francia aún pervive una tradición, muy extendida en el siglo XVII, según la cual la sangre menstrual de una mujer que no hubiese parido tiene la propiedad de apagar los fuegos por muy vivos que fueran éstos. No he llegado a saber si las bomberas que disfrutan de esa situación tienen un mejor sueldo. Pero deberían.

En el sur de Rusia, pensando que la sangre tiene parte del alma de su propietaria, la utilizan como filtro de amor mezclándola con el vino o el café. Se trataría sólo de buscar el candidato apropiado.

Y sin irse tan lejos, aquí en España, hay muchos curanderos que creen en el efecto salutífero de la sangre menstrual para "curar el lagrimeo, la epilepsia y las convulsiones en general, los dolores rebeldes, la erisipela, la gota, los diviesos, las verrugas, lamparones, llagas viejas, tercianas, hidrofobia, esterilidad, e incluso curar el amor voluble asegurando el amor de los hombres, deshacer el mal de ojo, preservarte de la peste y desviar a las tormentas". Como la clientela para estos menesteres no falta, la demanda de este tipo de sangre, necesaria para hacer sus pócimas y brevajes, pues tampoco.

... y gotita a gotita.

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