-   


  

953. Lunes, 16 abril, 2007

 
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo tercero: "Quien no tenga un rostro sonriente no debería abrir una tienda" (Proverbio Checo)

A una amiga de un conocido escritor le hicieron una predicción: alguien cercano a ella iba a morir y, además, iba a perder mucho dinero. Agobiada por tan agorero augurio fue a pedirle ayuda. Él, viendo el estado de ansiedad de su amiga le propuso: "una predicción hay que realizarla. Cierra la ventana y echa un insecticida. Cuando muera una mosca, alguien cerca de ti habrá muerto. Coge un billete de cinco euros, agrégale cinco ceros y será casi un millón. Envuelve la mosca en el billete y entiérralo". Ella lo hizo y todo volvió a la normalidad.

Mi habitual optimismo de cada mañana no pasa los lunes por su mejor momento. "Es difícil no caer cuando todo cae" que decía Machado y llegados a estas horas, con toda una semana entera por delante, se me hace bastante muy cuesta arriba ponerme en plan positivo.

Sin embargo, no pienso claudicar, aunque para ello me tenga que agarrar a este tipo de historias (que no son más que palabreria hueca para metafísicos premenopausicos) y hacerles caso. Es decir, buscar alternativas que solucionen los problemas que tengo en vez de preocuparme por tenerlos.

Y ya que ahora mismo el principal es el sueño (tengo sueño, mucho sueño), me he parado a pensar (pensar en marcha es agotador y yo no soy muy de cansarme) que no sirve de nada lamentarse. Mucho mejor pasar a la acción. Voy a ver si consigo, sin que se note mucho, echar una cabezadita usando el horario laboral con el siempre socorrido dolor de cabeza. Por lo menos un par de horas cuela seguro.