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963. Lunes, 30 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo sexagésimo tercero: "El espíritu humano está hecho de tal forma que se engatusa mucho más con la apariencia que con la realidad" (Erasmo de Róterdam, 1469 - 1536, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés)
Como blog pegado a la actualidad que es, hoy en " tantos hombres y tan poco tiempo" deberíamos hablar de Sofía. Pero tengo que reconocer que el tema me despierta el mismo interés que podría hacerlo una conferencia sobre cómo mejorar el rendimiento laboral. Además, se han perdido las buenas costumbres. Antes, cuando nacía un heredero te daban el día libre y hasta una paga extra. Hoy te puedes dar por satisfecho si logras evitar a las enteradas del tema ( Asun, la de administración, es como el !hola!) empeñadas en contarte hasta el más mínimo detalle del acontecimiento. Y encima es un lunes en el que no tenía que estar. En fin, dejemos a un lado el monumental cabreo por no tener el justo y merecido puente que me corresponde. Corramos un tupido velo sobre tan antipático tema y vamos a lo nuestro lanzando una afirmación irrebatible: hay cosas que sin ninguna duda -aunque dejando bien claro que para gustos se hicieron colores-, donde mejor se hacen es en la cama. No digo yo que hacerlas en un ascensor, dentro de un globo aerostático o encima de la lavadora mientras centrifuga, no tenga su morbo, sobre todo si se hacen ocasionalmente, pero dónde esté una buena cama (y sobre todo considerando que ya tenemos una edad en las que las roturas de cadera son complicadas de arreglar) que se quiten otros sitios más... digamos... contorsionistas. También es verdad que cuando las ganas aprietan, el sitio suele ser lo de menos, pero si se puede elegir, hay que reconocer que un buen colchón ayuda mucho. Aunque para eso, como para todo, siempre hay gente un poco más especial. Y si no que se lo pregunten a la divina Sarah Bernhardt, tan diva ella, a la que le encantaba hacerlo en un ataúd forrado en raso, regalo de uno de sus amantes. Por cierto, sé que en situaciones normales no haría falta aclararlo, pero conociendo el perfil de los que hacemos, (vosotros y yo), este blog, convendría especificar que de lo que estamos hablando es de dormir. Los lunes a estas horas es difícil pensar en otra cosa. Hasta el jueves.
962. Viernes, 27 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo sexagésimo segundo: "El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer" (Walter Bagehot, 1826-1877, periodista inglés)Fue una anécdota protagonizada por Calvin Coolidge, presidente de los Estados Unidos de América entre 1923 y 1929, la que dio lugar a la creación del término " efecto coolidge" para referirse a la habitual tendencia que tienen casi todos los machos a excitarse sexualmente cada vez que están en presencia de una hembra nueva. Cuentan que la esposa del presidente, de visita en una granja, se interesó por la frecuencia con la que el gallo del corral copulaba al día: - Docenas de veces- le respondió el guía. Al oírlo, la primera dama pidió a su guía que se lo comunicara al presidente, quien estaba al otro punto de la finca. El presidente fue debidamente informado y preguntó: - ¿Siempre con la misma gallina? - !No!, cada vez con una distinta. - Por favor, trasmítale eso a la señora Coolidge. Sin (más) comentarios y como no ( e-ne-o) tengo puente (&/grrr$sniff♪grrr...), hasta el lunes.
961. Jueves, 26 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo sexagésimo primero: "Los que escriben como hablan, por bien que hablen, escriben muy mal." (Georges-Louis Leclerc, Conde de Buffon, 1707-1788, escritor francés)
Imaginemos que esto de escribir " bitácoras" se hubiera inventado hace muchos años; imaginemos que a la hora de escribirlas sus autores usaran y abusaran de las mismas manías y comportamientos extravagantes que los hicieron famosos, imaginemos escribiendo blogs a: ... aquellos que tenían especial cuidado por cuidar su atuendo a la hora de escribir, como el conde de Buffon, (autor de la frase del capítulo de hoy por cierto), que sólo podía escribir vestido de etiqueta, con puños y chorreras de encaje y espada al cinto; Alejandro Dumas padre que, cuando escribía, vestía una especie de sotana roja, de amplias mangas, y siempre calzando sandalias; Pierre Loti, que vestía trajes orientales, escribiendo en un despacho decorado a la turca; o al poeta inglés John Milton, que escribía envuelto en una vieja capa de lana. ... aquellos que eran incapaces de estarse quietos: como, Chateaubriand, que dictaba a su secretario paseándose con los pies descalzos por su habitación; Victor Hugo, que meditaba sus frases o sus versos en voz alta paseando por la habitación hasta que los veía completos, pasando entonces a escribirlos con toda rapidez, o a Jean-Jacques Rousseau, que prefería trabajar en pleno campo y, a ser posible, al sol y, si el ruido también le molestaba, se taponaba los oídos con bolitas de guata. ... aquellos a los que les preocupaba más el "dónde" que el "cómo" o eran especialmente maniáticos; por ejemplo, Montaigne, que escribía encerrado en una torre abandonada; el poeta alemán Schiller, que sólo podía escribir si tenía los pies metidos en un barreño con agua helada; Lord Byron, que excitaba su inspiración mediante el aroma de las trufas, de las que procuraba llevar siempre algunas en sus bolsillos; o Gustave Flaubert, que era incapaz de escribir ni una sola línea sin antes haberse fumado una pipa. O aquellos raros, raros, raros, como, otra vez, Victor Hugo, que no demasiado confiado en su propia voluntad, tenía por costumbre entregar sus ropas a su criado, con la orden de que no se las devolviese hasta que transcurriese un plazo predeterminado, aunque él se las pidiese encarecidamente. De esta forma, se obligaba a escribir sin posibilidad alguna de evadirse. O Honoré de Balzac que se solía acostar a las seis de la tarde, siendo despertado por una criada justo a medianoche; inmediatamente se vestía con ropas de monje (una túnica blanca de cachemira) y se ponía a escribir ininterrumpidamente de doce a dieciocho horas seguidas, siempre a mano su cafetera de porcelana. Durante todo ese tiempo no paraba de consumir taza tras taza, lo que, en su opinión, no sólo le mantenía despierto y despejado, sino que le inspiraba a escribir. Para que luego digan que los que ahora " escribimos" un poquito cada día en esto de los blogs, bitácoras, weblogs o como se llamen, y sin ninguna otra explicación que el tan socorrido " porque nos da la gana" somos unos bichos raros.. pues anda que hay por ahí ejemplar... Además, ¿en qué vamos a perder mejor el tiempo -especialmente el largooooo tiempo que nos obligan a estar en el trabajo-? ¿En trabajar? Pues hombre... a ver, algo hay que hacer, pero a estas edades hay cosas que uno valora más que otras. Como el señor aquel del chiste.... !Bah! venga, lo cuento, ya de perdidos un jueves con un post coñazogigante, pues que sea completo. Iba un viejecito por un tenebroso bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Asombrado se agachó y descubrió que quien hablaba era una ranita de color verde:
"- Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. Una reina mala y envidiosa de mis encantos me convirtió en rana, pero si me das un beso volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueda producir".
El anciano levanta la rana del suelo y se la echa al bolsillo. Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:
"-¿Qué? ¿no me vas a besar?"
"-¡No!" -responde el viejo- "A mi edad es más divertido tener una rana que habla que una maniática sexual" Vamos, que por muy erótico, sensual y concupiscente que me parezca mi trabajo, (.....) a mi edad es mucho más divertido pasar el rato trasteando por aquí que correr el riesgo de convertirme en un maniatico laboral.
960. Miércoles, 25 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo sexagésimo: "¿El instrumento más sexy? El violonchelo: tiene curvas y se tiene entre las piernas" (Norah Jones,1979, cantante y pianista estadounidense)
Recibo un correo de alguien muy amable quejándose de lo poco que acostumbro a mojarme en temas serios, y hasta atreviéndose a darme un pequeño tirón de orejas por no usar más a menudo estas líneas " de un blog tan conocido y de tanto éxito" (????? - pasa y tómate algo, estás invitado a lo que quieras-) para reivindicar lo que en su correo denomina " activismo gay". Tiene razón. Yo evito escrupulosamente hablar de militancias. No lo hago por comodidad, sino por la creencia, más bien certeza, de que la disputa sobre doctrinas y principios se desarrolla en un plano completamente distinto al de mis propias ideas y esfuerzos. No dudo de que detrás de las ideologías, de todas las ideologias, hay mucha buena fe (y también algo de desesperación); incluso que la mayoría de sus participantes son personas humanas, pero los programas y las filosofías cada vez me parecen más simples y estúpidos y no puedo dejar de pensar que entre cualquier grupo de personas estatificadas y organizadas no hay nada más raro que lo racional y natural. No sé si el mundo ha mejorado, si no ha sido siempre igual de bueno e igual de malo. Lo que sí sé es que si el mundo ha mejorado gracias a los hombres, si gracias a los hombres se ha hecho más rico, más vital, más alegre, más arriesgado, más divertido, no se debe a los políticos, sino a los auténticos " egoístas", que no conocen ni un norte, ni se proponen metas, que se contentan con vivir y ser ellos mismos. ¿Confundido? Posiblemente, pero en esas estoy.
959. Martes, 24 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo noveno: "Hasta la más larga caminata empieza por un pequeño paso" (Confucio, 551 aC - 479 aC, filósofo chino)
Anda la princesa Letizia a punto de parir. Me temo que el tema me produce el mismo interés que una final del Madrid-Barcelona: ninguno. Pero no puedo negar la evidencia: mi, en principio, completa indiferencia hacia este tipo de acontecimientos va a ser imposible de mantener. Durante los próximos días y haga lo que haga, no podré escapar a las más variadas conversaciones, opiniones incluidas, sobre tan apasionante tema. Y que conste que me parece muy bien. Se supone que es su obligación. Lo que no acabo de entender es tanto preparativo. Uno que ha visto, -por obligación, nunca por devoción-, algún que otro parto, ha llegado a la conclusión de que salvo algún incidente descontrolado que siempre puede aparecer, parir es, aparte de algo estéticamente feo y muy (pero muy) desagradable, la cosa más natural del mundo del mundo. Y lo más importante: cuanta menos mano se le meta (y nunca mejor dicho), pues mejor. Y claro, en cuestiones de reinas, antómicamente iguales al resto de las mortales, la cosa no tienen que ser distintas. Al menos nunca lo han sido. Juana la Loca, que por cierto adelantó su boda con Felipe de Hamburgo (el Hermoso) cuatro días con el único fin de saciar su pasión sexual - peroesoesotrotema-, parió a su hijo Carlos (el que luego sería Carlos I de España y V de Alemania), en la letrina del Palacio de Gante, donde la reina disfrutaba de una animada cena. Al final del banquete, la futura Reina de España comenzó a sentirse mal, pero pensó que su estado se debía a un empacho, sin saber que era el bebé quien avisaba de que estaba en camino. Si ya en un paritorio las parturientas se encargan de ponerlo (y dejarlo) todo perdido, no quiero imaginarme la primera imagen que tuvo que tener el infante Carlos cuando aterrizó en la letrina de palacio. Menos mal que la naturaleza es sabia y uno sólo empieza a tener recuerdos a partir de los tres años. Menos mal.
958. Lunes, 23 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo octavo: "Querida, vivimos en una época de transición, dijo Adán mientras acompañaba a Eva fuera del Paraíso" (William Ralph Inge, 1860 - 1954, escritor inglés)Para la mayoría de personas levantarse de buen humor por las mañanas requiere casi el mismo esfuerzo que podrían necesitar para ver una película sueca subtitulada en latín. Pero existe una gran diferencia, mientras lo de la película sueca sólo les pasa a los pobrecitos que se creen que para presumir de algo es obligatorio haberlo hecho, levantarse cada mañana nos toca -obligatoriamente- hacerlo a todos. Y además, todos los días. Yo comprendo que exista gente a la que le guste. Están en su derecho. El problema empieza cuando lo imponen a los que no queremos. Es ahí donde deberían de empezar nuestras protestas. De forma calmada, sí, pero contundente. Quien quiera levantarse que se levante, completamente de acuerdo, pero otros reivindicamos el mismo derecho a no hacerlo. La libertad hay que aceptarla en todas sus consecuencias y, si como dicen los mandamases, quedarnos en la cama cuando nos apetece implica dejar de cumplir unas obligaciones por la que se supone que nos pagan, será responsabilidad del gobierno, como garante de velar por la libertad individual, quien tendrá la sagrada obligación de cubrir nuestras bajas. Todo antes que menoscabar nuestra libertad individual. Hay reivindicaciones que son de justicia y ya llegará el día en que se consideren irrenunciables. Mientras, los comprometidos con la causa seguiremos luchando contra viento y marea, aunque sea en medio de la absoluta incomprensión general. Y en un lunes como hoy donde todos los de mi pueblo están de fiesta, más. Tengo mucho sueño y -aunque no voy armado- soy peligroso.
957. Viernes, 20 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo séptimo: "Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída". (Prosper Mérimée, 1803-1870, escritor francés.)
Encuesta de una conocida marca de preservativos. A la pregunta: "¿Con cuántas personas distintas has tenido relaciones sexuales a lo largo de tu vida?", los entrevistados contestaron: - con nadie: 11% - con una persona: 16% - entre 2 y 4 personas: 25% - entre 5 y 7 personas: 14% - entre 8 y 10 personas: 9% - entre 11 y 15 personas: 7% - entre 16 y 20 personas: 5% - más de 21 personas: 5% Sé que todo el mundo miente en las encuestas. Pero ¿tanto? O hicieron las entrevistas en la Ciudad del Vaticano o resulta que va a ser verdad que soy raro, raro, raro. En fin, hasta el lunes.
956. Jueves, 19 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo sexto: "El tiempo es el antídoto de una sola enfermedad: la juventud" (Agatón, 448 a.C. - 401 a.C, dramaturgo griego).
Hoy toca un pequeño viaje por el túnel del tiempo: 1994. El recorte es un recuadro de uno de los primeros artículos (por cierto muy extenso) de los muchos que aparecieron en los suplementos dominicales de la época explicando "el nuevo universo de la comunicación: Internet" y en el que se comparan los precios de los tres únicos proveedores que entonces existían.
Menos mal que no todo ha subido con lo del euro. Menos mal.
955. Miércoles, 18 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo quinto: "Me gustan los días; me gustan todos los días" (Carmen, 7 años, estudiante)
Tratándose de mujeres, las suecas siempre han tenido fama. En cambio, tratándose de ratas, las más conocidas, por abundantes, son las noruegas ( rattus norvegicus). Ya va siendo hora de que alguien lo diga: se ha producido una gran injusticia con estos animalitos. Reivindiquemos la rata. Estos simpáticos animalitos (ahora hay unas ratas dumbo -con orejas grandes- que son una monería) son capaces de saltar hasta un metro hacia arriba y de conservar su semen durante un mes para autofecundarse. Además tienen gustos refinados: pueden probar hasta 14 alimentos antes de decidirse a comer, aunque más por un mecanismo defensivo (anatómicamente no pueden vomitar) que por ser ellas algo sibaritas. Y su fama de sucias tampoco es para tanto. Algo hay, es verdad, pero no se le puede echar la culpa de todo. Desde el siglo XIV, las ratas han sido consideradas como las causantes de los 25 millones de muertos que dejó el paso de la peste por Europa. Sin embargo el tiempo ha demostrado que no eran los mayores responsables de la epidemia. Es verdad que fueron un importante transmisor de la bacteria causante de la enfermedad (la yersinia pestis) pero el verdadero foco de infección se encontraba en las pulgas, que se agarraban al pelo de los roedores y al de los humanos extendiendo la enfermedad desde Asia central a Europa. La culpa a las pulgas. O por lo menos a compartir. Por cierto, que no deja de ser curioso que un animalito al que todo el mundo asocia a suciedad, enfermedad y muerte, sea uno de los animales a los que más avances de la ciencia debemos. Además... !Jo! que me traen a mi muchos recuerdos estos bichos... y no sólo de aquellas clases de biología cuando había que destriparlas (sí, aquellas que siempre me tocaban después de comer) que también, sino -y sobre todo- de los buenos ratos que pasábamos, pedrusco en mano, esperando a que alguna se cruzara por la tapia de los Trinitarios... !Anda y que no practique yo puntería por aquel entonces!
954. Martes, 17 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo cuarto: "La nostalgia ya no es lo que era" (Peter de Vries, 1910-1993, editor y novelista estadounidense)En un día en el que dan ganas de pegarle al mundo una buena patada en el culo (por más que " locos pegando tiros" haya habido toda la vida no deja de impresionar desayunarse con que alguien lo haya hecho otra vez), hoy voy deprisa y de prestado. Aunque si quisiera describir mi situación anímica de hoy mismo, poco tendría que ver con los zumbados varios que se desfogan a golpe de pistola y mucho con lo que dice este viejo texto.
"Las palabras del especialista sonaron tremebundas a mis oídos: "está muerto". Momentos antes se le veía rebosante de vida, igual que el día que entró en mi casa y nuestras vidas comenzaron a marchar en paralelo. "¿Y no se puede intentar reanimarle", pregunté. "Sólo una resurrección podría devolverle la vida", contestó el especialista, llamado con urgencia aquella tarde.
Tan lleno de color hasta entonces, se había apagado en unos instantes, después de un breve parpadeo. "Era muy viejo". Contesté que sólo tenía siete años, que había entrado en mi casa en 2000, y el que acababa de certificar la defunción sentenció seguro: "es que siete años de vida son muchos para un ordenador". Tanta exquisitez nipona, tanta electrónica prodigiosa de la factoría Bill Gates y un ordenador tiene menos años de vida que un gato.
Y de viva voz, el forense de la electrónica extendió el acta de defunción. Se le había estropeado el disco duro, que es como el corazón de los ordenadores. La muerte había sido fulminante.
Se le coge cariño a un ordenador que nos ha prestado grandes servicios y que, por amor, ha corregido nuestras faltas ortográficas. No sabemos valorarlo cuando está vivo y responde fielmente a nuestras órdenes. Apreciamos que nos unía un sentimiento afectivo cuando está muerto y la pantalla aparece inexpresiva.
Son muchas las horas de vida en común. Más, algunos días, que con la mujer, especialmente cuando el usuario es navegante por Internet. Es posible, incluso, que alguna mujer haya a llegado a sentir celos del artilugio: "¡Manolo, deja ya el ordenador y vente a la cama!". Lo cuidaba con mimo y hasta le cambié la impresora porque la que tenía al lado; tan ruidos, tenía que molestarle. Hemos intimado y así quizá haya conocido muchos detalles de nuestra vida que hasta las personas más allegadas a nosotros desconocen. Pero no hablará. Con fidelidad encomiable los ordenadores se van a la tumba con los secretos de los usuarios. Todo lo que guardaba es irrecuperables. No me duele la muerte del ordenador por algún texto que estaba archivado y del que no tengo copia. Me pesa porque no podré seguir gozando de su compañía. Me temo que con otro no sería lo mismo. Por lo menos, lo extrañaría en los primeros días.
De ahí que vaya a intentar resucitarle. Dicen que se puede recurrír a un transplante de disco duro. Resulta caro y el resultado es incierto. Estas situaciones se han de afrontar con optimismo, con la esperanza de que no se producirá un rechazo. Si hay seres humanos que viven con un corazón que no es el que les dio la madre naturaleza, ¿por qué no ha vivir un ordenador con un disco duro transplantado?"
Yo prefiero enterrarlo con todos los honores y pasar del transplante. No quiero que él sufra más. Y, sobre todo, que me haga sufrir a mi. Descanse en paz.
953. Lunes, 16 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo tercero: "Quien no tenga un rostro sonriente no debería abrir una tienda" (Proverbio Checo)
A una amiga de un conocido escritor le hicieron una predicción: alguien cercano a ella iba a morir y, además, iba a perder mucho dinero. Agobiada por tan agorero augurio fue a pedirle ayuda. Él, viendo el estado de ansiedad de su amiga le propuso: " una predicción hay que realizarla. Cierra la ventana y echa un insecticida. Cuando muera una mosca, alguien cerca de ti habrá muerto. Coge un billete de cinco euros, agrégale cinco ceros y será casi un millón. Envuelve la mosca en el billete y entiérralo". Ella lo hizo y todo volvió a la normalidad. Mi habitual optimismo de cada mañana no pasa los lunes por su mejor momento. " Es difícil no caer cuando todo cae" que decía Machado y llegados a estas horas, con toda una semana entera por delante, se me hace bastante muy cuesta arriba ponerme en plan positivo. Sin embargo, no pienso claudicar, aunque para ello me tenga que agarrar a este tipo de historias (que no son más que palabreria hueca para metafísicos premenopausicos) y hacerles caso. Es decir, buscar alternativas que solucionen los problemas que tengo en vez de preocuparme por tenerlos. Y ya que ahora mismo el principal es el sueño (tengo sueño, mucho sueño), me he parado a pensar (pensar en marcha es agotador y yo no soy muy de cansarme) que no sirve de nada lamentarse. Mucho mejor pasar a la acción. Voy a ver si consigo, sin que se note mucho, echar una cabezadita usando el horario laboral con el siempre socorrido dolor de cabeza. Por lo menos un par de horas cuela seguro.
952. Viernes, 13 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo segundo: "El mejor maquillaje es un toque de sinceridad en los ojos" (Inès de la Fressange, 1957, modelo francesa)
Eso sí. Analicemos. Sólo hay un sitio donde se miente más que en la consulta del médico: en las encuestas. Y si las susodichas tiene que ver con el sexo, los trolas que se suelen contar por minuto son más abundantes que los correos empeñados en alargarte el pene. (Por cierto, !qué tíos! ¿cómo se habrán enterado en America de mis medidas?)
Claro que soñar no cuesta nada y por si acaso al final es verdad ya sé cual va a ser el segundo deseo que le voy a pedir al genio de la lámpara (con los Reyes Magos no ha habido suerte) en cuanto me lo encuentre saliendo de alguna. Además, es el complemento ideal del que, desde que cumplí los trece, aparece siempre el primero de la lista: ser multiorgásmico.
Alcanzar quince o veinte orgasmos seguidos sólo con la mente.. sin tenerse que esconder debajo de la mesa cada vez que, sin riesgos de acabar acogiendo en tus intimidades a alguna ladilla descontrolada y, sobre todo, sin necesidad de andar trasteando con las vergüenzas. !Con lo que se irritan cuando las manipulas tanto jooo... !
Hasta el lunes.
951. Jueves, 12 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo primero: "No hagas lo que te guste hacer ahora, sino lo que te guste luego haber hecho" (Jacques Deval, 1895-1972, dramaturgo francés)
Digan lo que digan las lenguas de vecindonas (y olé) ningún ornitólogo, -que son esos señores que se pasan la vida estudiando pájaros-, ha visto jamás a un avestruz esconder la cabeza bajo la arena para escapar de un peligro. El animalito en cuestión usa varias estratagemas ante el acoso de un depredador. La primera es la huida: en caso de necesidad llega a alcanzar los 70 kilómetros hora. Otra maniobra, que suele usar cuando anda cuidando a sus polluelos o vigilando la puesta, es la de distraer al intruso. Ante los ojos de éste, el ave echa a correr en zigzag con las alas colgando, para simular que está herida y, por lo tanto, que es una presa fácil. La tercera estrategia es más sutil: ante una amenaza, el avestruz se acuesta con el cuello tendido a lo largo del cuerpo para disimularlo mejor. Por un efecto de espejismo puede dar la impresión de haber desaparecido del paisaje. Descartado lo de "salir corriendo" -no tengo ya edad para andar entrenándome en un cuarto y mitad de maratón. Descartado moverme en zigzag por mitad del pasillo para distraer al depredador (jefe acechando cargadito de carpetas), -se trata de no trabajar no de acabar en el psiquiátrico-. Por lo tanto, sólo me queda probar la tercera técnica de las que usa el avestruz consigue pasar desapercibido: fundirme con el paisaje. Lo intentaré, aunque me temo que el color de la mesa no ayude mucho a que los susodichos depredadores -que están a punto de abalanzarse sobre mi sedientos de soltar papeles después de unos míseros días de descanso-, no acaben localizándome. Por muy bien que me camufle. Son como hienas. ¡Puñetera manía de tener que volver al trabajo! Ya son ganas. Al fin y al cabo ¿Cuánto deben durar las vacaciones? Lo suficiente para que tu jefe te eche de menos, pero no tanto como para que se dé cuenta de que se las puede arreglar sin ti. Y el mío todavía me echa de menos tanto como yo a él. Por muchos años.
950. Miércoles, 4 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo quincuagésimo: "Disfruta de las pequeñas cosas, porque puede que un día vuelvas la vista atrás y te des cuenta de que eran las cosas grandes" (Iris Murdoch, 1919-1999, escritora irlandesa)Para los que rozamos el umbral de la pobreza la vida no es más que un delicado equilibrio entre trabajo y descanso. Si el trabajo es necesario (y lo importante no es trabajar mucho, ni de forma rápida, sino trabajar bien) igual de necesario es, para mantener una lógica medianamente aceptable en la vida, el tiempo libre. Aunque entre los dos tiempos hay grandes diferencias. Mientras el laboral se hace obligatorio llenarlo de tiempos muertos (de retales de los tiempos muertos de este año podría hacerme yo más de un traje) desperdiciar el tiempo libre es, además de una aberración, una vulgaridad. Estoy a punto de pisar la tierra prometida de unas vacaciones a las que pienso sacarles todo el partido que pueda. Vuelvo el próximo jueves 12 de abril. Hasta entonces.
949. Martes, 3 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo cuadragésimo noveno: "La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno" (Erasmo de Rotterdam, 1469-1536, filósofo y escritor holandés)Una de las lecciones de mi curso " Abandone su misoginia en tres semanas. Las mujeres no son tan retorcidas como parecen" está dedicada, en exclusiva, a desmontar aquella historia que nos contaban en la escuela por la cual una señora llamada Eva, mujer y residente en el Paraíso Terrenal, era la única culpable de todos los sufrimientos que durante los tres o cuatro últimos millones de años padecemos los demás. Resulta que la tal Eva es algo simbólico, que nunca existió como tal. Vamos, que la estupidez general que arrastramos desde entonces no es debida -como yo siempre pensé- a la aberración genética que supuso el incesto que (obligatoriamente) debieron practicar sus hijos (teniendo en cuenta que no había más personas humanas alrededor) sino a vete tú a saber qué otras causas. Hasta aquí vamos bien. Con semejante dato ya puedo aceptar de una manera lógica que la culpa de que yo esté ahora aquí, en plena Semana Santa, currando ( haciendo que), con sueño, hambre y una miaja de dolor de cabeza, no es, necesariamente, de la señora Eva. Vale, admito barco como animal de compañía, todo sea por la curación. Pero claro ¿por qué al hacer la cosa -por muy simbólica que sea- no pusieron al señor Adán, hombre y también residente en el Paraíso, como el malo de la película en vez de, precisamente una mujer? La respuesta podía ser evidente: quien lo escribiera tenía el cincuenta por ciento para escoger y le tocó la china a la señora. Igual que le podía haber tocado al señor. Es una explicación y la cosa podía quedar ahí. Casualidad. Pero claro uno empieza a rascar un poco y resulta que las " casualidades" se repiten sospechosamente en casi todas las culturas. En la mitología clásica, Hermafrodito es el fruto de una noche loca protagonizada por Hermes y Afrodita. Según el mito, un día que Hermafrodito, joven inocente y virginal que no se metía con nadie, se paseaba por ahí, una ninfa, jovena y bastante tarambana ella , lo vio y se enamoró perdidamente de él. El efebo la despreció, así que ella, terca, le siguió en secreto. Cuando vio que el chico se bañaba en un lago, se tiró al agua, le abrazó y pidió a los dioses que los uniese para siempre. Los del Olimpo la escucharon y ambos quedaron convertidos en una sola persona, hombre mujer al mismo tiempo. Otra vez ella haciendo desgraciado a él .. y en este caso para siempre. Demasiadas casualidades señalando directamente a ellas como las malas de la película... Mira que si al final -y aunque sea muy en el fondo- va a ver algo de razón. Por cierto, algún día hablaremos del hermafroditismo, una de las mejores estrategias que ha escogido la evolución para favorecer la multiplicación de aquéllos que, de otra manera, lo iban a tener bastante difícil. No es causalidad que esta forma de reproducción se limite a animales que no se mueven (como las vieiras) o que lo hacen muy despacio (como los caracoles), a los parásitos (como las sanguijuelas) y a aquellos que salen muy poco de casa (como las lombrices). El sueño de cualquier misántropo, tímido o, simplemente, vago. Vaya.
948. Lunes, 2 abril, 2007
Capítulo Noningentésimo cuadragésimo octavo: "La llegada a un pueblo de una tropa de payasos y comediantes tiene para la salud de la población un efecto mucho más benéfico que la llegada de veinte burros cargados de medicamentos" (Thomas Sydenham, 1624- 1689, médico inglés)
Spärvagnsaktiebolagsskenssmutsskjutarefackfïörenings- personalbeklädnadsmagasinsförradsförvaltaren. Que en sueco quiere decir: "gerente del depósito para suministro de uniformes del personal de limpieza de limpiavias de la compañía del tranvía".
¿Y qué harán los gerentes del depósito para suministros de uniformes del personal de limpieza de limpiavias de la compañía del tranvía cuando les pregunten en qué trabajan?
Acordarse de toda la familia del entrevistador. Mínimo.
Lunes de dolores. Hasta el miércoles me toca estar por aquí, acordándome de.. Bueno, eso. Paciencia y a por el café en vena.
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