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935. Lunes, 12 marzo, 2007

 
Capítulo Noningentésimo trigésimo quinto: "Al otro lado de las nubes hay un cielo" (Mûhammad Al-Faytûri, 1930, escritor sudanés)

Aprovechando las pocas ganas de escribir (y no sólo de escribir) de los lunes, hoy una carta que me he encontrado escondida es un pequeño rincón (en impar y con letra minúscula) de uno de esos dominicales con sus páginas abarrotadas de modelos tan perfectos como clónicos.

"Lo saludable ha dejado de ser una moda: ahora es una religión. Sus templos pueblan las ciudades en forma de gimnasios, tiendas de dietética, salones de belleza... mientras el adjetivo sano se aplica lo mismo a un champú que a la pantalla de un ordenador. Se persigue a los nuevos infieles, como gordos y fumadores (no digamos ya a los gordos fumadores), y uno comienza a ver caras alarmadas cuando comenta lo mucho que le gustan los callos. No basta con estar sano, además hay que parecerlo. Así es que, cada vez más, cedemos ante la presión y comenzamos a preocuparnos de uántas calorías tiene la mortadela. Y usted, que tanto criticaba a Indurain cuando se quedaba clavado en alguna rampa, suda cada día la gota gorda en una bicicleta estática. ¿Merece la pena?"

Hoy en día se nos vende de todo usando las palabras sano y en forma. Nos pasamos media vida buscando esa marca de cereales o de yogures que nos harán sentir bien gracias a sus superbífidus laxantes. O esa crema milagrosa que borrará los efectos del envejecimiento en nuestro rostro. Se confunden apariencia y salud constantemente. Estar sano es mucho más que eso. Es estar bien con uno mismo: autoestimarse.

Tenemos que darnos cuenta de que para cuidarse, primero hay que saber valorarse. Para estar en forma, no tenemos necesariamente que apuntarnos a un gimnasio, aunque esté muy de moda. Una dieta sana y algo de ejercicio son la clave para conseguirlo.

!Ea! Ya he protestado por algo. Estoy de lunes y como tal es un post coñazo, lo sé. Pero ya me he puesto a esperar el final de la semana. Llegan las fallas y este año va incluida la visita de un servidor a Valencia. O eso espero.