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775. Viernes, 9 junio, 2006

 
Capítulo Septingentésimo septuagésimo quinto: No sólo es ciega la fortuna, sino que frecuentemente vuelve ciegos a los que abraza" (Cicerón, 106-43 a. C., político romano)

Alguien que me soporta muy pacientemente cada día (y que entra de puntillas por aquí aunque crea que no lo sé) anda preocupada, más ahora que se acerca el verano, por tener el culo gordo.

No merece la pena darle más vueltas: un culo de mujer, para ser un culo de verdad tienen que ser abundante. Lo demás son modas pasajeras en las que unas veces se realza y otras veces se disimula. Modas al fin y al cabo.

Los griegos veneraban tanto un buen tamaño de culo que siempre representaban a su diosa de la belleza, Afrodita de espaldas, descorriéndose la túnica para mostrarlo. En la época de Napoleón, la moda "imperio" resaltaba los pechos pronunciados y prestaba poca atención al resto del cuerpo, nadie se preocupaba entonces por su culo. Después y hasta casi el siglo XIX, la basquiña y el miriñaque se empeñaban en exagerar las caderas y las nalgas como exponente de una feminidad y de su correspondiente fertilidad: los culos gordos triunfaban.

Pero llegó el siglo XX y empezaron a llevarse los culos jibarizados, irrisorios, escasos.. y empezaron los complejos. Es más, el término "celulitis" ni siquiera existió hasta el año 1973 cuando "Vogue" le puso nombre a lo que hasta entonces había sido una "simple carne de mujer madura atacada por la gravedad" creando un problema estético y hasta una enfermedad donde antes sólo había salud. No sé quien decía que un culo con celulitis es como una manzana arrancada de un árbol. Quizá su aspecto externo no sea el mejor a la vista; pero ¡ah, cuando le hincamos el diente!

Posiblemente no sea yo el más indicado para hablar del culo femenino, posiblemente. Pero desde la distancia hacía ellos siempre he tenido la idea de que el culo de la mujer ha de ser rotundo, concluyente, ámplio...

Claro que quizá en mi caso todo se quede reducido a una mera cuestión de subconsciente: ¿quién de nosotros no pasó algún verano de la infancia cobijado por el venerable culo de su abuela?

Y eso marca. Hasta el lunes.